El cardenal Re pide «el Papa» que el mundo «necesita en este momento de la historia tan complejo» - Alfa y Omega

El cardenal Re pide «el Papa» que el mundo «necesita en este momento de la historia tan complejo»

El decano del colegio cardenalicio ha presidido la Misa por la elección del Romano Pontífice, en la que ha hablado de una sociedad con «un gran progreso tecnológico, pero que tiende a olvidarse de Dios» y en la que ha asegurado que «es fuerte la llamada a mantener la unidad de la Iglesia»

José Calderero de Aldecoa
Fieles rezan mientras los cardenales asisten a una Misa en la basílica de San Pedro en el Vaticano, el 7 de mayo de 2025, el primer día del cónclave para elegir a un nuevo Papa
Fieles rezan mientras los cardenales asisten a una Misa en la basílica de San Pedro en el Vaticano, el 7 de mayo de 2025, el primer día del cónclave para elegir a un nuevo Papa. Foto: OSV News / Murad Sezer, Reuters.

Ha llegado el día. La basílica de San Pedro ha acogido la Misa por la elección del Romano Pontífice y lo ha hecho engalanada con flores que rodeaban, por supuesto, el acceso a la cripta donde se encuentra la tumba de Pedro, pero también el cirio pascual y al ambón desde el que se ha proclamado el Evangelio según san Juan. «Como el padre me ha amado, así los he amado yo. Permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor», ha cantado el sacerdote encargado de la lectura.

Acto seguido, el cardenal Giovanni Battista Re, decano del colegio cardenalicio, ha hablado de «perseverar unidos en la oración» y ha llamado a «invocar el auxilio del Espíritu Santo», para «implorar su luz y su fuerza» a fin de que sea elegido «el Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo».

En este sentido, Re ha asegurado que la sociedad actual está caracterizada «por un gran progreso tecnológico, pero que tiende a olvidarse de Dios». Ante ello, «el mundo de hoy espera mucho de la Iglesia», sobre todo «la tutela de esos valores fundamentales, humanos y espirituales, sin los cuales la convivencia humana no será mejor ni portadora de bien para las generaciones futuras».

Con esta tarea por delante, «recemos para que Dios conceda a la Iglesia el Papa que mejor sepa despertar las conciencias de todos y las fuerzas morales y espirituales» del mundo. Y «que la bienaventurada Virgen María, madre la Iglesia, intervenga con su intercesión maternal para que el Espíritu Santo ilumine las mentes de los cardenales electores y los haga concordes en la elección del Papa que necesita nuestro tiempo».

Todos ellos, ha subrayado el decano del colegio cardenalicio, son protagonistas de «un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial». Se trata de «una decisión de gran importancia; un acto humano», el hecho de votar en la Capilla Sixtina, «por el cual se debe abandonar cualquier consideración personal y tener en la mente y en el corazón solo al Dios de Jesucristo y el bien de la Iglesia y de la humanidad».

Comunión y unidad

El purpurado, que tiene 91 años, también ha subrayado la labor ad intra del próximo Papa. En este sentido, ha hablado la tarea de «acrecentar la comunión: comunión de todos los cristianos con Cristo; comunión de los obispos con el Papa; comunión entre los obispos». Pero «no una comunión autorreferencial, sino dirigida totalmente a la comunión entre las personas, los pueblos y las culturas».

En segundo lugar, Giovanni Battista Re ha aseverado que «es fuerte la llamada a mantener la unidad de la Iglesia en la senda trazada por Cristo a los apóstoles». Una unidad «que no significa uniformidad, sino una firme y profunda comunión en la diversidad, siempre que se mantenga en plena fidelidad al Evangelio».

Por último, ha hablado del amor, en concreto del de Jesús, el cual «no conoce límites y debe caracterizar los pensamientos y la acción de todos sus discípulos». En su conducta, estos, «siempre deben manifestar un amor auténtico y comprometerse en la construcción de una nueva civilización».

En este sentido, destaca el gesto de Jesús al comienzo de la última cena. En ese momento, «se abajó al servicio de los demás, lavando los pies a los apóstoles, sin discriminaciones, sin excluir a Judas que lo iba a traicionar». Para Re se trata de «una invitación al amor fraterno, a la ayuda mutua y al compromiso por la comunión eclesial y la fraternidad humana universal».