El limosnero apostólico acompaña a las familias de las doce víctimas de la riada en Ischia - Alfa y Omega

El limosnero apostólico acompaña a las familias de las doce víctimas de la riada en Ischia

Ha sido enviado por el Papa a la isla italiana para mostrar su cercanía

Ángeles Conde Mir
Foto: Sala Stampa Vaticana

La noche del viernes 25 al sábado 26 se desató el infierno en la isla italiana de Ischia, en concreto, en la localidad de Casalmicciola. La copiosa lluvia que llevaba cayendo durante horas en la zona generó una avalancha de barro, árboles y rocas que partió desde la cima de la montaña hasta terminar en el mar arrasando todo a su paso: casas, coches y, lo que es peor, personas.

El balance son doce muertos, todos pertenecientes a tres familias. La última de las víctimas mortales, una joven de 31 años, fue hallada once días después de la riada y el corrimiento de tierras. Hay todavía decenas de personas desalojadas, muchas de las cuales quizá no puedan volver a sus hogares porque algunas casas prácticamente penden sobre el vacío.

Las familias han rechazado los funerales de Estado. «No queremos que vengan políticos a la isla, no queremos que se paseen por aquí», han expresado, dejando patente su rabia contra las instituciones, a las que acusan de falta de mantenimiento de la montaña y de falta de inversión para prevenir la riada. Han cargado también contra el Gobierno, al que reprochan haber dejado sola a la población de la isla para retirar el fango, ya que ni siquiera se ha mandado al Ejército, como en otras catástrofes.

El barro se sigue retirando de las calles mientras que el pasado miércoles comenzaron a celebrase los funerales. El Papa ha querido estar presente a través de su limosnero apostólico, el cardenal Konrad Krajewski que se ha desplazado hasta la isla, un enclave veraniego por excelencia muy cerca de la famosa costa Amalfitana. El enviado del Papa ha visitado la parroquia de la Santissima Annunziata, en el pequeño pueblo de Lacco Ameno. Allí ha rezado frente a varios féretros, entre ellos, los de cuatro niños.

«Ante el dolor, las palabras son inútiles en este momento», ha declarado el cardenal a los medios que están presentes en la isla cubriendo el desastre. También ha explicado que el Papa ha elegido esta solemnidad para tener este gesto y encomendar el dolor de estas madres a María, que también vio morir a su hijo. El domingo 27, durante el rezo del ángelus, el Pontífice expresó su cercanía a las víctimas y los damnificados, por los que aseguró sus oraciones.

En 2017 el Papa Francisco también envió al limosnero apostólico a esta isla tras el terremoto que, en agosto de ese año, afectó principalmente a la localidad de Casalmicciola causando dos víctimas y 42 heridos.