Carlos Romero: «El apoyo de la Santa Sede ha sido total»
Arranca mañana en Madrid el XVI Congreso Católicos y Vida Pública, sobre La Familia siempre: desafíos y esperanza. Será un congreso en la estela del Sínodo de los Obispos, que la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) ha preparado en estrecha coordinación con la Santa Sede. La retirada de la reforma del aborto en España será otro de los platos fuertes, con la ponencia inaugural a cargo del exministro Alberto Ruiz Gallardón. De todo ello, habla en esta entrevista el presidente de la ACdP, Carlos Romero:
¿Qué se propone este XVI Congreso Católicos y Vida Pública?
Este año, teníamos muy claro que el tema del congreso tenía que ser la familia. La ONU conmemora el 25 aniversario del Año Internacional de la Familia, y sobre todo, acabamos de celebrar el Sínodo extraordinario sobre la familia, al que seguirá otro Sínodo ordinario en 2015. El lema, La familia siempre: desafíos y esperanza, recuerda que, efectivamente, la familia afronta grandes desafíos; no lo tiene fácil ahora mismo, empezando por los jóvenes, a quienes les resulta muy complicado poner en marcha un proyecto de vida familiar por la escasez del trabajo, o porque, cuando lo consiguen, los sueldos son de miseria. Hasta hacía poco, se hablaba de los mileuristas, pero ahora el mileurista es un afortunado. Además, la cultura dominante está presionando por todos los medios a favor de otras formas de convivencia que llama familias, pero que en realidad no lo son. En definitiva, los desafíos son muchos, pero los cristianos no podemos perder la esperanza. La familia, que es el núcleo vital de la sociedad, tiene que ser también fuente de esperanza para todos. Si la familia funciona bien, la sociedad funcionará bien.
Éste es quizá el congreso más romano de todos cuantos se han celebrado. Usted y otros miembros de la ACdP han viajado varias veces a Roma para prepararlo, y la pasada semana vino a presentarlo a Madrid el presidente del Consejo Pontificio para la Familia, el arzobispo Vincenzo Paglia. ¿Cómo han sido estos contactos con Roma?
Desde que se decidió el tema del congreso, yo tuve muy claro que teníamos que coordinar la preparación con Roma. En mi primera visita, hace ya unos cuantos meses, el recibimiento no pudo ser mejor por parte de monseñor Paglia. Se involucró en el congreso desde un primer momento, le comenté un borrador del programa, y a partir de ahí, fueron todo facilidades. Hace unas semanas, en una nueva visita para despachar sobre varios asuntos, fue todavía si cabe más cordial. Hablamos sobre su presentación y sobre varios temas del congreso. Él propuso algunos ponentes, yo le pregunté por otros… El apoyo ha sido total, siempre. Inmejorable.
Este período entre el Sínodo extraordinario de 2014 y el ordinario de 2015 es un tiempo de reflexión sobre la familia en las Iglesias locales del mundo entero. ¿Qué aportación puede hacer este congreso?
Yo espero que haga muchas aportaciones. Después de cada congreso, se publican siempre las actas, y monseñor Paglia nos ha pedido que se las enviemos a Roma cuanto antes. Eso haremos. En este congreso, se toca una gran variedad de temas: el derecho a la vida, la protección jurídica y social de la familia, la dimensión económica, las políticas familiares, la educación…
El Sínodo de los Obispos se planteó también el reto de abrir un debate en la sociedad sobre la familia, más allá del debate eclesial. ¿Cree posible lograr esto hoy en España?
A mí me gustaría que se abriera aquí ese debate. En el congreso, como ya hicimos el año pasado, habrá un debate con gente que no piensa de la misma manera que nosotros. Será un debate el sábado por la tarde, moderado por José Luis Pérez, director de informativos de COPE. No es fácil, porque en España, quizá por nuestra forma de ser, en seguida nos polarizamos. Pero cuando te sientas a hablar y a buscar puntos de encuentro razonadamente, efectivamente te encuentras con que hay muchas cosas en común. Son las que uno ve cotidianamente. Hoy, por ejemplo, en España no estamos en un período revolucionario gracias a la familia. Con nuestra tasa de paro, es la familia la que está soportando la crisis, porque en España la familia está muy arraigada.
El Sínodo de los Obispos se planteaba abrir debates de fondo en esa línea, pero el debate que se ha abierto en los medios es, más bien, si la Iglesia va a cambiar o no ciertos puntos de su doctrina…
¡Hombre, los medios de comunicación os fijáis siempre en lo más llamativo, en lo más impactante! [responde entre risas] ¡Es vuestra idiosincrasia y vuestro ADN! Nosotros trataremos de abrir esos debates y que lleguen lo más lejos posible. Para eso intentamos traer a personas que sepan transmitir bien su mensaje, y puedan tener una repercusión. ¿Hasta dónde lo vamos a conseguir? Ya lo veremos.
¿Y se aspira a abrir un debate político? Habrá una presencia considerable de políticos y de expertos en política familiar.
Actualmente en España, yo soy poco optimista en relación con las políticas familiares. Ahora, el debate político lo domina la corrupción; desgraciadamente, no se habla de otra cosa. En un país como España, con los problemas tan graves que tenemos, que se estén produciendo todos estos escándalos de corrupción es terrible. Pero no sirve lamentarse. Los políticos son los que son y los elegimos nosotros. No podemos limitarnos a echar la culpa a los demás. Hay que lanzar propuestas constructivas.
Háblenos de la ponencia inaugural de este congreso: el ex ministro Alberto Ruiz Gallardón, presentado por Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia.
Creemos que el señor Ruiz Gallardón dio un magnífico testimonio de coherencia con las promesas electorales de su partido. El Partido Popular llevó en su programa en 2011 la reforma de la Ley del Aborto. Y la han echado abajo. Como consecuencia, el ministro de Justicia dimitió. Yo estoy muy contento con que haya aceptado venir al Congreso. Le llamé por teléfono, y sin pensárselo dos veces me respondió que contara con él. Estaba encantado, y cuando le comenté que lo iba a presentar Benigno Blanco, dijo que «mejor todavía».
El ex ministro Alberto Ruiz Gallardón tiene a su cargo la ponencia inaugural del XVI Congreso Católicos y Vida Pública, en el que participan otros políticos del PP críticos con la retirada de la reforma del aborto, como el senador Ángel Pintado o la ex ministra Isabel Tocino. Esta última presentará a Ludovine Dutheil de la Roechére, presidenta de La Manif por tous, que ha movilizado a cientos de miles de personas en Francia en defensa del derecho a la vida y la familia. De Francia viene también la ex ministra Christine Boutin, presidenta de la conservadora UMP. La presencia de políticos internacionales se completa con Rodrigo Iván Cortés, del PAN mexicano, y Bruno Baranda, ministro de Desarrollo Social en Chile. Participa también en el Congreso la Presidenta del Comité de Bioética, María Teresa López, en su condición de directora de la Cátedra Extraordinaria de Políticas de Familia de la Universidad Complutense de Madrid – Acción Familiar. Estarán igualmente la Presidenta de la Federación Española de Familias Numerosas, Eva Holgado, y expertos como Alejandro Marcarrón, o el catedrático del CEU Javier Morillas.
En la tarde del viernes, en el acto de inauguración del congreso, como es habitual, intervendrán el nuncio, monseñor Renzo Fratini, y el consiliario nacional de la ACdP, monseñor Fidel Herráez, obispo auxiliar de Madrid. La clausura, el domingo, le corresponderá al arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Ricardo Blázquez.
La gran novedad de esta edición del congreso es que no se celebrará en el campus de Moncloa de la Universidad CEU San Pablo, en obras, sino en el campus de Montepríncipe, con la excepción de la Noche Joven del viernes, que mantiene su ubicación tradicional. Aunque habrá servicio de autobuses, «el inconveniente es que está alejado», reconoce Carlos Romero. Pero «eso hará posible también una convivencia más estrecha. Los congresistas —concluye— no se arrepentirán de ir a Montepríncipe».