Dos nuevos españoles en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos - Alfa y Omega

Dos nuevos españoles en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos

El dicasterio misionero contará desde ahora con el cardenal Ayuso y con José María Calderón, director de OMP España. «Es un reconocimiento al talante misionero» de nuestro país, que «en otros sitios llama la atención», subraya este

María Martínez López
José María Calderón. Foto: Fandiño. A la derecha, el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot. Foto: Efe / EPA / Riccardo Antimiani

El Papa ha nombrado a dos españoles como miembros de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Se trata del cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, y del sacerdote José María Calderón, director nacional de Obras Misionales Pontificias.

Calderón, es uno de los tres directores nacionales de OMP elegidos para formar parte de la congregación. «Más que a mí, que apenas llevo tiempo» como director nacional, en conversación el sacerdote español atribuye su elección a «un reconocimiento a España y a su talante misionero».

Nuestro país es uno de los que más misioneros tiene: según los últimos datos, 10.893. De ellos, 7.792 están destinados en 135 países, y otros 3.101 se dedican a la animación misionera en sus diócesis o están pendientes de destino. España es, además, el segundo país del mundo (después de Estados Unidos) que más aporta al Domund. Los 10,5 millones de euros recaudados en 2019 permitieron financiar 439 proyectos en 39 países.

Animación misionera

Hay un tercer factor, más desconocido, que Calderón también cree que ha sido relevante: la animación misionera «que se ha hecho siempre y se está haciendo ahora», con «cantidad de actividades en colegios, parroquias y movimientos, de peregrinaciones… Son cosas que nosotros tenemos muy normalizadas, pero que en otros sitios realmente llaman la atención».

Ser miembro de la congregación implica –explica el director de OMP España– colaborar en el funcionamiento de este dicasterio mediante la elaboración de informes y propuestas, aunque en el caso de los que no están en Roma estas aportaciones se hacen de forma más extraordinaria. La congregación engloba a las Obras Misionales Pontificias como el brazo que se preocupa más del sostenimiento de la Iglesia en los territorios de misión, pero tiene como principal responsabilidad la elección de sus obispos.

Renovación de OMP

Una de las cuestiones prioritarias en este momento para la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y que puede haber influido también en la elección de Calderón, es el proceso de renovación interna de OMP. «El Papa está promoviendo la renovación de la tarea misionera de la Iglesia, y cómo esta plantea su misión en el siglo XXI», apunta este. El proceso comenzó hace ya varios años, y tenía que haber dado un paso adelante importante durante la Asamblea Plenaria prevista para la primavera pasada, que tuvo que cancelarse a causa de la pandemia.

Con todo, no se ha dejado de hacer «un trabajo enorme». En España, se pasó a todas las diócesis, institutos de vida misionera y a la Conferencia Episcopal Española el instrumentum laboris. «Se ha recogido una documentación muy bonita que se ha mandado a Roma», y está siendo estudiada en este momento. «Hemos sido muy incisivos», compartiendo «con mucha libertad lo que entendíamos que no está funcionando bien» y algunas propuestas al respecto.

«No hay misión sin misioneros»

En la propuesta española, «destaca mucho la unidad y la fidelidad al Papa», pues OMP «no es una ONG ni una fundación», sino la mano con la que «el Santo Padre llega a todos los territorios de misión para vivir la caridad material y afectiva». Por otro lado, han subrayado que la mejor forma de recaudar fondos para la misión «es hacer una mejor animación misionera» y lograr que «los cristianos vibren con el testimonio de los misioneros, con su labor (fundamentalmente evangelizadora pero también social) y con la misión de la Iglesia».

Y, por último, una toma de conciencia fuerte de que «no hay misión sin misioneros», por lo que «es muy importante fomentar en el corazón de los cristianos el deseo de vivir la misión como una verdadera vocación» y no solo una parte de la vida de fe. En este sentido, Calderón suele insistir en una idea del Papa Francisco, «que ya incluía Juan Pablo II en Redemptoris missio, citando a Pablo VI»: que, como les dijo el Santo Padre en su mensaje de la pasada primavera, «si el fervor de la misión disminuye, es signo de que está menguando la fe».

Evangelización y diálogo interreligioso

En la vida del otro nuevo miembro español de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el cardenal Ayuso, diálogo interreligioso y evangelización han ido siempre de la mano. Misionero comboniano, tras su ordenación en 1982 pasó varios años en El Cairo (Egipto) y Sudán, en este segundo caso como director de un centro pastoral y catequético de la diócesis de El Obeid, que incluye las regiones de Darfur y Kordofán, especialmente azotadas por la guerra civil.

Los cristianos, una minoría en estos lugares, sufrieron en aquellos años una fuerte persecución incitada por el Gobierno. El trabajo de Ayuso consistía en «formar a una serie de líderes y catequistas de las comunidades cristianas», explicaba él mismo a Alfa y Omega al conocerse en junio de 2019 que sería creado cardenal el 5 de octubre de ese año. Pese a vivir en situaciones de gran dificultad, «estas comunidades han creído siempre en el diálogo con sus hermanos musulmanes».

Además de los dos españoles, entran en la congregación el también cardenal José Tolentino de Mendonça, archivero del Archivo Apostólico Vaticano y Bibliotecario de la Biblioteca Apostólica Vaticana; los obispos Joseph Marino, presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica; George Antonysamy, obispo de Madrás Mylapore (India); y los directores nacionales de OMP en México (Antonio de Jesús Mascorro) y República Democrática del Congo (Godefroid Manuga-Lukokisa).