Don Luis Suárez, de la Real Academia de la Historia: «Sin unión, no habrían ganado» - Alfa y Omega

Don Luis Suárez, de la Real Academia de la Historia: «Sin unión, no habrían ganado»

Los antiguos definían la de las Navas como La Batalla. El motivo, como explica don Luis Suárez, es que la victoria «afectó a la cristiandad entera» y se logró por la conciencia de que «la unidad de España no está en la administración, sino en un sentimiento» que hoy perdura, aunque «los políticos han hecho todo lo posible para acabar con él»

José Antonio Méndez
Batalla de Las Navas, en el panteón de Sancho VII de Navarra, en Roncesvalles.

¿Qué importancia tuvo para la unidad de España Las Navas de Tolosa?
Los cronistas antiguos no dicen batalla de las Navas de Tolosa, sino la Batalla, con mayúscula, porque ellos ya entendían que fue la hora decisiva en que se definió España, que pasó definitivamente al catolicismo al ser derrotado el Islam africano, y porque tomaron parte todos los reinos peninsulares, también los de León y Portugal, cuyos reyes no se llevaban bien con los de Castilla y Aragón, pero que enviaron caballeros. El resto, la mayoría de los que vinieron de fuera de España, al ver que a los musulmanes se les trataba demasiado bien, se dieron la vuelta.

¿Demasiado bien?
La de las Navas de Tolosa fue una batalla contra los imperios africanos, y un gran sector musulmán estaba de acuerdo en que ese califato no era conveniente. Los cristianos españoles querían no maltratar a los musulmanes, sino que pudieran conservar su identidad, y limitaron mucho los saqueos. Las monarquías que aquí empezaban a nacer no eran otra cosa que la fe cristiana, y la forma que España preconizaba, para resolver el problema de Europa, era respetar la libertad religiosa.

No obstante, fue una cruzada…
Sí, y, para entenderlo, basta con ver la situación actual de Egipto y de otros países, donde el triunfo del Islam viene acompañado de una persecución cruel contra los cristianos. Para garantizar la libertad religiosa en Europa, se buscó fortaleza y unidad frente al Islam. Esta victoria compensó a la cristiandad de la derrota en Jerusalén, en 1187, que produjo la gran destrucción de los templarios. En 1212, se cambia el horizonte. Frenar a los imperios africanos afectaba a la cristiandad entera, y por eso Inocencio III otorgó el privilegio de cruzada, que conllevaba indulgencia plenaria para quienes participasen en ella, y parcial, para quienes lo apoyaran.

La victoria de 1212 ¿es un ejemplo de la grandeza de los españoles cuando están unidos?
Clarísimamente. Sin unidad, no se habría podido ganar. Aquellos españoles reconocían que había una sola nación, aunque hubiese diferencias administrativas. Sabían que la unidad de España no está en la administración, sino en un sentimiento común de unidad. Aunque resulta curioso saber que ya entonces los poetas castellanos decían que lo mejor de España era Castilla, y los catalanes, que era Cataluña…

Hoy sólo sacamos la bandera de la unidad por éxitos deportivos…
Claro, porque los políticos han procurado, por todos los medios, romper nuestra unidad. El deporte no es tan importante como lo pintan, pero sí nos ha sacado del subconsciente los sentimientos de unidad y españolidad. Y la españolidad se caracteriza por la sensación de que el ser humano es una persona, no un individuo; por la nostalgia de una vida más bella; por el artificio de lo heroico; y por los dos grandes regalos que España hizo a América: el caballo y el Padrenuestro. El caballo no es sólo una montura, sino una forma de vivir, con honestidad y dignidad, eso que entendemos cuando decimos de alguien que es un caballero. Y el padrenuestro, porque esos sentimientos nacen de la fe católica, que está encarnada en nosotros desde que España es España.

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