Don Adrián Vivas: «Una buena escuela pública no enfrenta a la sociedad»
Ante la llegada de la LOMCE al Consejo de Ministros, el presidente de Enseñanza de la Central de Sindicatos Independientes y de Funcionarios (CSI-F), uno de los sindicatos mayoritarios en la escuela estatal, recuerda que «necesitamos un cambio de modelo, no reescribir la LOE»
España ha pasado de invertir en Educación 26.000 millones, en 1999, a 50.000, en 2012, con pésimos resultados. ¿Se ha invertido mal? ¿Cómo se invierte bien?
En ninguna cabeza cabe que con una desinversión se puedan mejorar los resultados educativos. La buena educación es cara, aunque no toda educación cara es buena. En España ha habido mucha inversión, porque teníamos grandes déficits y había poblaciones con grandes carencias: altos porcentajes de analfabetismo, falta de recursos… Pero también ha habido mala gestión, se ha derrochado mucho y no se han sentado las bases para un buen sistema. La pregunta está muy bien formulada: ¿Cómo invertir bien? Estamos deseando que un Gobierno busque consensos centrados en lo educativo, en lo que compartimos para que un alumno aprenda más y mejor, e invierta en ello.
O sea, el ya descartado pacto…
Lograr un pacto en educación, capaz de dejar de lado los puntos que nos separan, daría tal estabilidad y confianza a la sociedad y a los profesores que sería casi una revolución para revitalizar la educación. Y el pacto no cuesta dinero. He tratado a muchos expertos y ministros: a Gabilondo, a Soler, a Aguirre, a Wert…, y todos tienen en común una parte mollar de lo que debe ser la educación y en qué valores debe inspirarse. Lo malo es que el ministro dice que no cree que sea necesario un pacto, que cada Gobierno llega y hace una ley según su modelo. Eso lo que han hecho todos los Gobiernos del PSOE, y así nos va…
¿Oponerse a los recortes, es igual que criticar la reforma educativa?
Se confunde la crítica a los recortes con la crítica a la reforma, como se vio en la huelga del 9 de mayo, a la que CSIF no se sumó. Hay políticos del PP y de la oposición, y también algunos sindicatos, que están intoxicando el debate educativo con intereses particulares e ideologías. El actual texto de la LOMCE ha sido rechazado por todas las partes, pero lo que más preocupa a la gente son los recortes, que son estructurales, consolidan situaciones que no son buenas y afectan a cuestiones claves: programas de compensación, becas, salarios, plantillas de profesores (que ya estaban muy ajustadas, porque se han ido reduciendo, aunque el alumnado aumentaba)…

Pero es que, dicen, no hay dinero…
Cuando los organismos internacionales dicen que en educación no se habla de gasto, sino de inversión, es que es cierto. Dinero hay poco, pero lo que hay, tenemos que invertirlo bien en educación para ganar en otras cosas. Los países que inviertan en educación saldrán antes y más fortalecidos de la crisis. Quienes nos preocupamos por la educación, y no por la ideología, sabemos que los recortes están siendo muy lesivos —sobre todo, para los profesores, que son la pieza clave— y que la solución no es recortar, sino racionalizar para invertir bien.
Si dotan a la LOMCE de una fuerte inversión, ¿será una buena ley?
La LOE fue una mala ley, la LOGSE fue una mala ley, y por eso, cuando algunos sindicatos piden que se retire la LOMCE para dejar la LOE o la LOGSE, decimos que no, porque esas leyes eran malas y han hecho que se pierdan varias generaciones. El drama es que, después de las expectativas que había en el nuevo Gobierno, que llegó con el precedente de la LOCE, el Ministerio ha cogido como modelo la LOE, un modelo totalmente diferente al que prometieron y que ha sido muy dañino. La LOMCE sólo tiene un artículo: modificar la LOE en unos cuantos puntos. Es una ley que no gusta a nadie, ni siquiera dentro del partido, ni hasta dentro del Gobierno; nace herida de muerte y no va a tener recorrido: durará lo que dure el Gobierno o, incluso, lo que dure este ministro. ¿Cómo puede el PP estar años criticando la promoción automática y proponiendo el Bachillerato de 3 años, llegar al Gobierno y mantener que se pueda pasar con 3 suspensos y que el Bachillerato sea de dos años?
Entonces, ¿no responde a su intención de alejarnos del fracaso?
Necesitamos una ley que sea nueva de verdad, que incorpore un cambio de modelo, que sea de largo recorrido, de calidad, y pueda llegar a varias generaciones, no necesitamos reescribir la LOE. Decimos LOMCE no, como decimos LOE no y LOGSE no. Cada ley tiene cosas buenas, pero parece que la mejor ley que hemos tenido fue la Ley de Educación, la de 8º de EGB y 3 años de BUP. Aquel sistema permitió salir a los alumnos mejor preparados que hemos tenido, y ése debería ser el modelo, al que añadir cuestiones actuales: valores, nuevas tecnologías, idiomas… Siempre habrá alguien que estará en contra, pero habrá parte de la sociedad que lo reciba bien.
¿Para mejorar la escuela pública hay que acabar con la concertada?
La concertada tiene su función y CSIF no tiene nada en contra de ese modelo. Pero lo que no puede ser, la línea roja que no se puede cruzar, es propiciar una desconfianza hacia la pública y dar por perdida su calidad. Nuestro profesorado pasa por una oposición, cosa que no ocurre en la concertada, así que ahí no está el problema. Por eso me duele que el Gobierno no cuide la escuela pública, no busque lo que va mal para mejorarlo, ni coja lo bueno de la enseñanza concertada y lo aplique a la pública. Una buena enseñanza pública no enfrenta a la sociedad y beneficia a todos.