Detrás de las siglas políticas hay personas - Alfa y Omega

Detrás de las siglas políticas hay personas

Todavía hay quien escoge el camino de la política para aquello para lo que existe: buscar soluciones para fomentar el bien común

Alfa y Omega

Es esperanzador leer las reflexiones de los dos políticos que abren esta semana las páginas de Alfa y Omega. Dos hombres, cada uno desde unas siglas opuestas, con un pensamiento común: que su vocación a la vida pública sea semilla de encuentro y no de discordia. Una de las cuestiones más importantes dirimidas tras el encuentro del cardenal Cobo, arzobispo de Madrid, con 14 miembros de la política actual, es que detrás de los partidos hay también personas. No son robots. No son agitadores que harían cualquier cosa por ganar votos, a cualquier precio. Al menos, no lo son todos. Todavía hay quien escoge el camino de la política para aquello para lo que existe: el bien de la polis, el desarrollo social, el buscar soluciones para fomentar el bien común. Ambos reconocen con amargura estar pasando momentos especialmente arduos y agradecen espacios de encuentro, donde se puede descansar porque sabes que el adversario no tiene preparado el cuchillo para atacarte, sino el corazón abierto para escucharte, entendiendo que discrepar no es desconfiar del otro. En un tiempo en el que el mensaje propositivo no vende de cara a la opinión pública y en el que —sabemos, porque somos nosotros quienes también lo provocamos— nadie se para a escuchar un discurso en el que no haya odios e insultos, que se fomenten este tipo de reuniones para analizar juntos que el otro no es un enemigo a destruir sino un adversario con el que combatir en el mejor sentido de la palabra, responde realmente a este año jubilar en el que estamos insertos y a esta propuesta que nos legó en herencia el Papa Francisco que es la sinodalidad, la escucha, el diálogo sereno. Ahora toca que, además de ellos, los ciudadanos de a pie nos comprometamos también en esa vida pública desde, precisamente, dicho deseo de reconciliación nacional. De nada sirven las conversaciones de copa y sobremesa llenas de quejas. Hay políticos que están dando pasos. Colaboremos con ellos.

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