Cuestión de altura: ¿Quiero encontrarme a solas conmigo mismo? - Alfa y Omega

Rubén Cano dirige este texto de Sandra García Nieto en el que se retrata al ciudadano modelo, narcisista, profesional ansioso y eficaz, y se profundiza en conceptos como la identidad, la imagen, los valores o la sociedad como parte de la personalidad. Saber quiénes somos, cómo somos y por qué somos así son unas preguntas que pueden provocar bastantes respuestas o el desconcierto. Pero al menos pararse a pensar.

La obra narra la peripecia existencial de un hombre que un buen día se levanta con un cuerpo y un aspecto completamente diferentes a los que tenía la noche anterior. Este conflicto plantea que la persona es personaje, reflejo y yo, en un juego de tres imágenes: la que él mismo quiere ser, la que los demás creen que es y la que es en realidad. El espejo en esta obra es también protagonista: forma parte de la intención y de la búsqueda de autenticidad, que resulta tan cruda como lo es mirarse al espejo: se ve lo que hay. La reflexión sobre qué nos hace ser como somos: si es la genética, la sociedad, la familia, la religión, nuestros valores morales o la hipocresía.

Cuestión de altura propone que no siempre el externo da la felicidad, ni tampoco más hace ser más conscientes, ni más honestos, ni más hombres. Por eso, de vez en cuando, hay que mirarse en el espejo, que no engaña, para ver el propio rostro de uno. El protagonista la historia se ve abocado a descubrirse en su reflejo y debe decidir si quiere encontrarse a solas consigo mismo, y si finalmente se acepta para ser feliz.

Una apuesta valiente, con Martiño Rivas y Tomás Pozzi como protagonistas, donde uno es personaje y otro su verdadero reflejo, Cuestión de altura juega con el drama y el humor para conseguir una reacción del público ante la realidad que se ve sobre el escenario.

Cuestión de altura

★★★☆☆

Teatro:

Teatro Español

Dirección:

Calle Príncipe, 25

Metro:

Sol

OBRA FINALIZADA