Casa de muñecas o la mujer que tuvo que ser imperfecta - Alfa y Omega

No pasó la censura en todos los países en los que se representó esta Casa de muñecas. En algunos lugares llegaron incluso a cambiar ese final revolucionario para la época. Del portazo final de Nora se llegó a representar un final feliz de una pareja entregada a lo abrazos y besos, o el asesinato de uno de ellos a manos del otro.

Nora, madre amante de familia, había sido educada para ser la mejor esposa e hija. Su marido, Torvald, es un hombre solícito, cariñoso y bueno… hasta que la cosa se tuerce y descubre que su mujer es algo más que esa mujer que gasta dinero, hace la cena y cuida de sus hijos. Tras ocho años de matrimonio, Nora confiesa a su amiga Cristina su gran secreto: para salvar la vida de su marido enfermo años atrás, recurrió a un prestamista utilizando recursos poco legales. El prestamista trabaja en el mismo banco que Torvald… y ahí empieza el entuerto que termina con una decisión que cambiará para siempre la vida de la protagonista y la relación entre ambos. En el final real, el que no se censuró, Nora toma conciencia de sí y de su vida. Las paredes doradas que la abrigaban hasta ahora no son reales, el amor de ese hombre fuerte y superior es frágil. No la ama a ella, ama su idea de ella. Lo que quiere que ella sea.

Ibsen se basó en la historia real de una conocida suya, que descubre la necesidad de luchar para recobrar su dignidad, y siempre dijo que no era una obra feminista, sino que «quería hablar de la igualdad de todos los seres humanos, más allá de las distinciones de clase o sexo», afirma Pedro Víllora, el responsable de la adaptación del texto. Pero el escrito rebasó las intenciones de su creador. Según Víllora, «adaptar a Ibsen en 2017 exige ser consciente de la evolución de la sociedad burguesa, de los logros alcanzados en la conquista de la igualdad de sexos y también de lo mucho que falta para conseguir la plena equiparación».

Verán una puesta en escena sencilla, en la sala pequeña del Fernán Gómez, donde cinco actores (Mamen Camacho, Oriol Tarrasón, Sergio Reques, Andrés Requejo y Elsa González) recrearán toda la trama, quizá un poco abruptamente versionada. Pero el trasfondo de Ibsen siempre está presente y uno sale con ganas de releerse y repensarse la obra, degustar su actualidad, disfrutar de su enseñanza. Y como Nora, aprender a ser conscientes de quienes somos y lo que queremos.

Casa de muñecas

★★★☆☆

Teatro:

Teatro Fernán Gómez –
Centro Cultural de la Villa

Dirección:

Plaza de Colón, 4

Metro:

Colón

Hasta el 17 de diciembre