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Hay conceptos como puede ser el de felicidad, amor, etc. que de tanto usarlos pierden su verdadero significado. Entre ellos está el de amistad. ¿De verdad sabemos de qué se trata? Porque con el uso tan universalmente extendido de las redes sociales, se dice que se tienen muchos cientos de amigos. Hay amistad cuando se comparten desinteresadamente, por afinidad de caracteres, sentimientos y vivencias personales, sabiendo que existe una comunicación recíproca. Los usuarios de las redes sociales participan sencillamente de cotilleos que están muy lejos del concepto de amistad. Se dice que quien tiene un amigo tiene un tesoro… Por favor no degrademos su auténtico significado.
Democracia, según los griegos, es la participación del pueblo en el gobierno. Esta participación se ejerce mediante el voto cuando hay elecciones para elegir a sus gobernantes. Los ciudadanos tienen derechos y deberes, entre ellos votar, que es un derecho y un deber para contribuir libremente y en conciencia al bien común. Por tanto, quedarse en casa y no votar es una incoherencia y una falta de responsabilidad. Quien no cumple sus deberes, no puede reclamar sus derechos ni lamentarse de los resultados. Votar es una gran responsabilidad.
Habitualmente, cuando vemos un telediario, oímos la radio o leemos un periódico nos bombardean con noticia negativas: corrupción, atentados terroristas, crímenes macabros, violencia de género… parece excepcional encontrar una información positiva por un acto digno del ser humano, y eso que, gracias a Dios, estos últimos son más frecuentes que los primeros. No cabe duda de que, para los medios, lo que vende es lo negativo y lo perverso, la miseria del ser humano. Por eso voy a contar varios hechos de los que he tenido conocimiento últimamente: una estudiante de ingeniería que al cobrar su primer sueldo de 750 euros, da el 10 % a una ONG; un paciente al que sus médicos recomiendan dejar el tabaco, y que ingresa mensualmente en una ONG lo que se gastaría en el estanco; una religiosa que visita a unos presos que además reparte comida en un comedor de Madrid. A mí me gustaría recibir noticias de este tipo, porque nos demuestran la grandeza de tantos seres humanos, a los que debemos imitar para hacer un mundo mejor.