Cartas a la redacción - Alfa y Omega

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¡Viva la Pepa!

El 19 de marzo, día de San José, de 1812, se publicó la primera Constitución española, base del liberalismo español. La Junta Central y la Regencia —liberales— redactan esa Constitución que comienza así: «En nombre de Dios todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo, autor y supremo legislador de la sociedad». Y que añade, en el capítulo II: «La religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana, única verdadera». También en las Constituciones de 1837, 1845, 1858, y 1876 se sigue recogiendo que «la religión de la Nación española es la católica, apostólica y romana. El Estado se obliga a mantener el culto y sus ministros». ¡Éstas son las Constituciones liberales! La ultima Constitución, la de 1978, comienza: «España (…) propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político»; y en el Título I, De los derechos y deberes fundamentales, se lee: «Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones». ¿Memoria histórica? Sí: con realismo y objetividad. Precisamente en estos últimos años en los que, en nombre de una falsa libertad de expresión, se ridiculiza a la Iglesia, se ofende a los creyentes, se blasfema públicamente y con una zafiedad diabólica, y se atacan impunemente, no sólo las leyes divinas, sino la ley natural…

¿Eso es liberalismo? ¡Que estudien la verdadera historia de España para salir de esa ignorancia laicista! Memoria histórica: sí. ¡Viva la Pepa!

Olga Freyre
Vigo

Contra el capitalismo salvaje

Benedicto XVI se convierte con frecuencia en portavoz de los débiles. Hace unos meses, condenó el capitalismo salvaje y el apego al dinero; denunció que «la lógica del beneficio incrementa la desproporción entre pobres y ricos»; y propuso «decidir entre amor y egoísmo, justicia e indecencia». Esa indecencia la demuestran muchos políticos, arremetiendo contra las ideas, sentimientos religiosos y valores llevados a la práctica por los hombres y mujeres de fe. Sirva de ejemplo la labor altruista, callada y sin trompeteos, que realizan los sacerdotes y misioneros, a favor de los olvidados y postergados por ese capitalismo feroz. En fin, la demagogia barata de un progresismo que insulta a los representantes de una religión de paz y justicia, asignaturas pendientes en muchas sociedades, y que la izquierda política, anclada en su pasado, cacarea mucho y practica poco.

José Fuentes Miranda
Badajoz

El peligro de las redes sociales

Hace un tiempo, mandé, a través de las redes sociales, un mensaje vil y canallesco a una chica de mi ciudad, a la que conozco de vista. Le puse que, antaño, estaba demasiado delgada. La verdad es que fue una vileza, porque esta persona lo tuvo que pasar muy mal por ese problema. Luego le mandé otro pidiéndole disculpas. La chica superó, felizmente, su problema, y además tuvo la deferencia de asistirme en una procesión, en la que ambos participamos, demostrando que es una persona íntegra y que, como cerera, da realce a la Semana Santa. Ella es muy guapa, pero con ese acto me demostró que es todavía más guapa como persona. Lo que yo hice y lo que hizo ella no se me va a olvidar en la vida. Y digo esto porque la impersonalidad de las redes sociales nos tienta a decir cosas que en la vida real no diríamos.

Julián Martínez Herráiz
Cuenca

La protección del no nacido no depende de la opción política

Son varias las Sentencias dictadas por Tribunales europeos que defienden al ser humano no nacido. En octubre de 2011, el Tribunal Europeo de Justicia rechazaba la patentabilidad de procedimientos que impliquen la destrucción de embriones humanos o de su utilización como materia prima, sea cual fuere la fase de desarrollo de esos embriones. En diciembre de 2010, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaba una Sentencia desestimando el supuesto derecho al aborto. La protección del no nacido es una cuestión que hoy depende de los legisladores, quienes, a su vez, escuchan, en teoría, a sus conciudadanos, potenciales votantes. Sin embargo, muchos soñamos con una sociedad en la que la protección del no nacido y la defensa de la vida de todo ser humano sea un pilar intocable, independientemente de quiénes nos gobiernen. Y eso exige políticas de ayuda a las mujeres que se encuentran con graves dificultades en su embarazo; políticas de conciliación familiar que atiendan a las mujeres que quieren ser madres, y políticas de una verdadera educación de los jóvenes, que les ayude a ser más libres y no más instintivos, y más responsables de sus acciones.

Maite Pelacho López
Zaragoza

El nacionalismo y la práctica religiosa

Hace unos años, pasé un par de semanas en una zona catalanoparlante, próxima a Francia y muy turística. Me quedé gratamente sorprendido al ver cómo, en comercios, bares o restaurantes, usaban con agilidad y naturalidad el catalán, el francés o el castellano, y se pasaba de uno a otro con gran facilidad. ¡No había problemas! Sin embargo, en los organismos de la Administración, como los museos, y en las iglesias, prácticamente sólo se usaba el catalán. Daba la impresión de que en los comercios no convenía espantar a la clientela, mientras que en los otros sitios no importaba que disminuyese el número de clientes por no tratarse del propio negocio. No entiendo cómo hay gente buena y que se considera cristiana que anteponga su nacionalismo a la actividad divina. ¡A cuántos turistas del resto de España y a cuántos inmigrantes de Hispanoamérica no les habrán alejado de la práctica religiosa por esta razón! Convendría que más de uno reflexionase sobre ello, pues el hecho de que el retroceso experimentado en este campo sea mayor en Cataluña que en otras Comunidades no creo que sea por casualidad.

Víctor Sánchez González
Madrid