Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con el nº del DNI, y tener una extensión máxima de 10 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir y editar su contenido
Al pasar por Zaragoza,
en su camino hacia el mar,
el Ebro canta una jota
a la Virgen del Pilar.En la imagen venerada
de la Virgen del Pilar,
el Niño tiene en sus manos
la paloma de la paz.
Las aguas del río Ebro,
desde Zaragoza al mar,
van cubiertas con el manto
de la Virgen del Pilar.
Es de todos los baturros
su patria chica Aragón,
su Virgen, la Pilarica
y la jota, su canción.
A la Virgen del Pilar
la llaman la Pilarica,
porque vino a Zaragoza
para hacerse baturrica.
Al despertar cada día,
tu día debe empezar
rezando un Avemaría
a la Virgen del Pilar.
A menos de un mes para las elecciones, hay que recordar algo muy importante que es competencia de las Autonomías: la enseñanza de Religión en los centros de educación. En el artículo 27.3 de la Constitución se reconoce el derecho que asiste a los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. En España, alrededor del 70 % de los padres solicitan para sus hijos la enseñanza de Religión católica. La Constitución no ha sido modificada hasta hoy… No obstante, la izquierda española anuncia su intención de suprimir esta enseñanza en la escuela pública. Sugiero a los padres tengan esto presente a la hora de elegir a sus candidatos.
El 27 de abril se conmemoró el primer aniversario de la canonización de san Juan Pablo II (junto a san Juan XXIII). Para comprender en su máxima hondura el legado del Papa polaco tenemos que remitirnos a los orígenes, a las experiencias vitales y, por supuesto, al contexto histórico que forjaron la personalidad de este ser humano inolvidable. Antes de desgastarse como Pontífice, la vida de Karol Wojtyla estuvo marcada por una Polonia oprimida y esclavizada por el nazismo y el comunismo. Vivió la libertad desde su experiencia teatral hasta la cátedra de Pedro, de sus excursiones pastorales en pequeñas embarcaciones a llevar el timón de la barca de Pedro. Karol Wojtyla fue también obrero y profesor universitario. Sabía que, culturizando a la gente, se podía hacer frente al adoctrinamiento ideológico. Como profesor de Ética en la Universidad de Lublin, fue un maestro al servicio de la dignidad del hombre y del pensamiento libre. Quiso forjar espíritus libres, no a través de la imposición ni de las armas, sino a través de la cultura y del pensamiento. Con su labor docente, con su cercanía y empatía con los jóvenes y las familias, y con su colaboración en un periódico, quiso rebelarse ante la normalidad de la opresión que vivía la sociedad. Combatió, sin ninguna máscara, dos totalitarismos que estaban sumiendo a la gente en la pobreza y aniquilando su libertad. Su experiencia como obrero en condiciones extremadamente duras no le impidió decir que el trabajo dignifica al ser humano, pero que la deshumanización del mismo sólo lleva a la esclavitud y a la destrucción (él mismo fue testigo de la muerte de compañeros). Estamos ante un ser humano que padeció las consecuencias de dictaduras y populismos, y luchó por la dignidad del ser humano hasta el final de sus días. Nadie logró detener sus ansias de libertad.
Desde hace siglos, el último domingo del mes de abril, en plena Sierra Morena, se celebra la romería de la Virgen de la Cabeza en Andújar. La sierra estalla en colorido, alegría y fraternidad, en un peregrinaje hacia el Cerro del Cabezo, para visitar a nuestra Madre y ofrecerle, cada año, todo lo acontecido, con esperanza y amor de hijos; para que nos permita cobijarnos bajo su amparo e interceda por las peticiones que cada cual lleva en su corazón. Allí le damos gracias por lo recibido, y que como Madre ha ido otorgando a sus hijos. El camino, sea andando, en caballería o en carreta, se hace con alegría y devoción por un paraje serrano que hace las delicias de cada peregrino. La naturaleza ofrece sus mejores galas y parece que viste colores litúrgicos: el rojo de las peonias, el blanco de la flor de la jara, el morado del cantueso, el rosa del jaguarzo y el verde de coníferas, matorral, alcornoque y encinas. El camino despierta los sentidos hasta llegar al santuario, donde espera la Madre con los brazos abiertos para animarnos a la fidelidad de la fe recibida. La Virgen María nos invita, y de su mano nos lleva, hasta la Sagrada Eucaristía.