Cambios pedagógicos de fondo en Educación - Alfa y Omega

Cambios pedagógicos de fondo en Educación

Redacción

El ministro de Educación, don José Ignacio Wert, presentó ante el último Consejo de Ministros el anteproyecto de Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa, con la que el Gobierno pretende introducir profundos cambios en el sistema escolar. Las valoraciones coinciden en que las novedades no nacen tanto de las medidas que, por ahora, sólo se han esbozado, sino del cambio de mentalidad que implican. Así, entre las medidas concretas se incluye la reducción del número de asignaturas del currículo, para aumentar las horas lectivas dedicadas a las instrumentales (Lengua, Matemáticas, Ciencias e Inglés); la introducción, a partir de 2º de la ESO, de programas de mejora del aprendizaje y del rendimiento; la creación de itinerarios desde 3º de la ESO, para convertir 4º en un curso de iniciación hacia Bachillerato o hacia Formación Profesional; la imposición de evaluaciones externas al final de cada etapa; la creación de una especie de pasarela de acceso de la FP de grado medio a la de grado superior; y el impulso al plurilingüismo, entre otras novedades. Además, el ministro aclaró la intención del Gobierno de promover la especialización de los centros docentes y dotarlos de una «mayor autonomía para su gestión, a fin de impulsar y desarrollar acciones orientadas a la mejora de la calidad».

Pero lo realmente novedoso es la concepción pedagógica tras la norma, y que se aleja de los postulados del igualitarismo y del constructivismo pedagógicos que han permeado todas las leyes educativas de la democracia, en pro de una cultura del esfuerzo que reconoce la diferencia en las capacidades de los alumnos. Así, el ministro señaló que «es necesaria una reforma del sistema educativo que huya de los debates ideológicos que han dificultado el avance en los últimos años; una reforma práctica, que permita desarrollar al máximo el potencial de cada alumno», y que buscará «mejorar la calidad educativa, partiendo de la premisa de que ésta debe medirse en función del output (resultados de los estudiantes) y no del input (inversión, número de profesores y de colegios, etc.)» Para ello, «los alumnos serán objeto de atención en una búsqueda de desarrollo del talento», que ha de partir de «reconocer la diversidad en sus habilidades y expectativas», de «incentivar el esfuerzo», y de ayudar a los que tengan «problemas de rendimiento para que continúen en el sistema».