A cuatro días de que se cumplan cinco años de su histórica renuncia al Papado, Benedicto XVI rompió el silencio que mantiene en el monasterio Mater Ecclesiae con una carta dirigida al director del Corriere della Sera, donde reconoce que se encuentra «en el lento declive de las fuerzas físicas» e, interiormente, «en peregrinación hacia la Casa».
La misiva llegó con la indicación de que era «urgente» y que debía entregarse «a mano»; dentro, un tarjetón doblado y un mensaje de nueve líneas. «Parecía que había llegado de otro mundo, más lejano que de los pocos kilómetros que nos separaban», escribe Massimo Franco, director y destinatario de la misiva. Era una respuesta a las pregunta de los lectores que demandaban saber más del Papa emérito, de cómo es su vida…
«Es una gracia para mí estar rodeado, en este último tramo de camino, a veces un poco cansado, por tanto amor y bondad que no podría haber imaginado. En este sentido, también considero las preguntas de sus lectores como un acompañamiento. No puedo sino agradecerlas y asegurarles a todos ustedes una oración de mi parte», escribe Benedicto XVI.
Estimado Dr. Franco:
Me ha conmovido que tantos lectores de su periódico quieran saber cómo paso este último período de mi vida. Solo puedo decir a este respecto que, en el lento declive de las fuerzas físicas, interiormente estoy en peregrinación hacia la Casa.
Es una gran gracia para mí estar rodeado, en este último tramo de camino, a veces un poco cansado, por tanto amor y bondad que no podría haber imaginado. En este sentido, también considero las preguntas de sus lectores como un acompañamiento para este tramo. Es por eso que no puedo sino agradecerles, al asegurarles a todos ustedes una oración de mi parte.
Saludos cordiales.