Anulada por la gurú que recomienda las flores de Bach

Ella, como el casi 5 % de la población española que reconoce haber sustituido un tratamiento por una pseudoterapia, repite como un papagayo lo que su coach emocional subrayó insistentemente en las últimas diez sesiones, cobradas a precio de oro: «La solución a todos tus males de ansiedad pasan por las flores de Bach. Ayudan a corregir patrones mentales como la culpa, la rabia, los celos, la impaciencia, los diferentes tipos de miedos, la falta de confianza en uno mismo, el pesimismo, la rigidez mental o la intolerancia». Un mensaje, por cierto, repetido con toda exactitud en diversas plataformas web de charlatanerías varias que ofrecen plantas, aromas y ecopastillas como la solución a todos los males, desde la depresión a un cáncer. Como le ocurrió a la cuñada de Elena, que cuenta a este semanario que se abandonó en la recomendación de un supuesto curandero y murió en tres semanas. Tan solo en España se están investigando 139 ciencias curativas, de las que ya se ha constatado que 93 no tienen ningún soporte científico para garantizar seguridad y eficacia. Además, un gran número de ellas están lideradas por estos gurús que generan toda una secta alrededor. «Fomentan la sensación de pertenencia, de ser especiales y de estar más evolucionados», explica a Alfa y Omega Manuel Pérez, psicólogo experto en fenómenos sectarios.

Ya sucedía, pero la pandemia provocó en nuestro país un boom de miedos —a virus, a vacunas, a la soledad, a la muerte— que ha dejado paso a una vulnerabilidad desmedida que busca respuestas rápidas. Y los estafadores saben posicionarse allí donde se los necesita. El problema es que no solo generan una dependencia afectiva o económica; el problema es que, en ocasiones, provocan hasta la muerte. La Iglesia tiene en su mano la única respuesta a todos estos males que asolan los corazones. Acompañar estos anhelos es tarea apremiante. Y para eso hay que abrir la puerta y estar allí donde busquen.