Al menos tú... ¡ámame! - Alfa y Omega

Celebramos el 150 aniversario de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús. El pasado 7 de junio celebró la Iglesia la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, cuya espiritualidad se ha difundido especialmente desde el siglo XVII, por medio de santa Margarita María de Alacoque (1647-1690), religiosa de la Orden de la Visitación de Santa María, del monasterio de Paray-le-Monial (Francia), a quien el Señor le reveló los secretos de su Corazón y le dijo:

«Te pido que sea dedicado, el primer viernes después de la Octava del Santísimo Sacramento, a una fiesta particular para honrar mi Corazón, comulgando ese día y reparando su honor… Te prometo también que mi Corazón se dilatará para derramar con abundancia las influencias de su divino amor sobre los que le rindan este honor y los que procuren que le sea tributado».

Desde entonces, esta rica espiritualidad que reconoce el amor de Dios para con los hombres se ha extendido por todo el mundo, y son innumerables las Congregaciones, Institutos, Movimientos y Asociaciones que la viven. La Asociación o Archicofradía de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús, también llamada Hora de Presencia, es una de ellas.

Fue fundada el 13 de marzo de 1863, por la hermana María del Sagrado Corazón Bernaud, religiosa de la Visitación en Bourg-en-Bresse para dar gloria, amor y reparación al Corazón de Cristo. En ella, los asociados se comprometen durante una hora todos los días, sin cambiar sus actividades habituales, a acompañar espiritualmente a Cristo presente en la Eucaristía, uniéndose a sus sentimientos redentores y reparando las faltas de amor que recibe diariamente de parte de los hombres en este Sacramento de amor.

El pasado 13 de marzo, precisamente el mismo día en que fue elegido el Papa Francisco, Guardias de Honor de todo el mundo estaban en Adoración eucarística, o celebrando la Santa Misa de acción de gracias por los 150 años de fundación de la misma.

Muchas han sido las celebraciones a lo largo de este Año Jubilar; recientemente, la novena preparatoria a la gran solemnidad del Corazón de Jesús, en total 80 horas de Adoración eucarística, que han culminado con una solemne Misa presidida por nuestro cardenal, don Antonio María Rouco Varela. El cardenal, en su homilía, nos habló de la misericordia de Dios, misericordia que quiere decir amor: el amor misericordioso de Dios que se nos ha hecho cercano en su Hijo Jesucristo y se ha quedado presente en el Santísimo Sacramento y nos invita a ser apóstoles, a sentirnos enviados al mundo para dar testimonio de ese amor misericordioso de Dios.

El Señor sigue mostrándonos su Corazón y, mirándonos a cada uno de nosotros, nos dice: «Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres y a ti en particular, y no recibe sino ingratitudes y ultrajes… Al menos tú ¡ámame!».

Las Hermanas del Primer Monasterio de la Visitación de Santa María, de Madrid