Acompartir reparte productos de higiene y limpieza a parroquias y Cáritas - Alfa y Omega

Acompartir reparte productos de higiene y limpieza a parroquias y Cáritas

Acompartir suministra productos a 383 entidades y cuenta con más de 100 empresas donantes. En este tiempo, han llegado a más de doce millones de personas porque «no solo necesitamos alimentos; también los productos de higiene y limpieza son indispensables»

Begoña Aragoneses

Como todos los grandes proyectos surgidos de mentes que sueñan, Acompartir nació en un garaje. Fue en 2014. Leticia López-Cotelo, que entonces tenía 26 años, se dio cuenta de que en la empresa en la que trabajaba «había productos que estaban muy bien, de merchandising, y no sabían qué hacer con ellos». Así que empezó a investigar, «porque todas las empresas tienen invendidos», y descubrió que en otros países existían bancos de productos para ofrecerlos a entidades sociales. ¿Por qué no en España? Y se lanzó. «Es verdad que empezamos en el garaje de casa, con mi madre, que era voluntaria en varias ONG», que fueron las primeras destinatarias de los productos que les iban llegando.

Seis años después, Acompartir suministra productos a 383 entidades y cuenta con más de 100 empresas donantes. En este tiempo, han llegado a más de doce millones de personas porque «no solo necesitamos alimentos; también los productos de higiene y limpieza son indispensables». Más ahora, en unos momentos de pandemia en los que, como reconoce López-Cotelo, se les ha «duplicado el trabajo»: hay mayor demanda de ONG y Cáritas, que han visto multiplicarse el número de beneficiarios, y también «las empresas están donando muchísimo, están mucho más sensibilizadas».

«Cuando lo puse en marcha, sabía que Acompartir iba a ser gigante, que era grande y que tiene que ser grande», explica la fundadora. Por eso crece cada año que pasa y «se van cumpliendo las expectativas, porque hay un montón de productos: es imposible que el 100 % de lo que producen las empresas lo vendan». Y con esto, la entidad no solo hace de puente entre empresas y entidades sociales, sino que gestiona de manera sostenible unos excedentes destinados a su destrucción: «Habiendo personas que lo necesitan, es la mejor solución para todos».

Juguetes para encargárselos a los Reyes

En el almacén de Acompartir, subcontratado a Seur en Illescas (Toledo), entran todos los días productos nuevos. Sobre todo, básicos de higiene como gel de ducha, pasta de dientes, papel higiénico, «que son en muchas ocasiones la puerta hacia la inclusión en la sociedad». Ahora mismo hay «gel hidroalcohólico para toda España», reconoce su directora, en una epoca además en la que «más que nunca, la higiene además de traducirse en dignidad se traduce en salud».

Pero en Acompartir también entra ropa, material escolar o incluso juguetes nuevos; de hecho, «tenemos muchísimos» que poder encargar a los Reyes Magos. Son productos que se dejan de comercializar por estrategias de empresa, por cambios de etiqueta o porque salen al mercado productos nuevos sustitutos de los que hay, y esos se quedan sin vender –pasa con la cosmética o el maquillaje, que también tiene Acompartir–.

«Siempre les decimos a las entidades sociales que nos llamen y se registren porque si tenemos sus datos las podemos avisar cada vez que tenemos productos». Así, como cada una tiene unas necesidades concretas en un momento determinado, se las puede atender con mayor eficacia. Por eso, anima a los párrocos y a las Cáritas parroquiales a contactar con ellos: «Hay algunas que están comprando los productos en el supermercado», se lamenta López-Cotelo.

Participante de Economía de Francisco

Leticia López-Cotelo fue una de las jóvenes que participó recientemente en el evento Economía de Francisco, convocado por el Papa Francisco para tratar de alumbrar un nuevo modelo económico basado en la persona. Un total de 2.000 jóvenes de 120 países se dieron cita online del 19 al 21 de noviembre en un encuentro que, para la fundadora de Acompartir, fue especial: «Me emociona ver que hay un movimiento para inspirar a la gente a cambiar el mundo». Y añade: «El mundo no puede seguir así, consumimos una barbaridad; la COVID nos ha hecho pararnos a reflexionar y ahora tenemos que ver cómo nos reinventamos, cómo volvemos a empezar».