Documentos 08: Congregación para la Doctrina de la Fe - Alfa y Omega

Documentos 08: Congregación para la Doctrina de la Fe

Declaración Dominus Iesus sobre la unicidad y la universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia

Redacción

El Santo Padre Juan Pablo II, en la audiencia del día 16 de junio del año 2000, concedida al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Joseph Ratzinger, ratificó y confirmó, con ciencia cierta y con su autoridad apostólica, la Declaración Dominus Iesus sobre la unicidad y la universalidad salvífica de Jesús y de la Iglesia, y ordenó esta Declaración, cuyo texto integro Alfa y Omega ofrece a sus lectores.

Introducción

I. Plenitud y definitividad de la Revelación de Jesucristo

II. El Logos encarnado y el Espíritu Santo en la obra de la Salvación

III. Unicidad y universalidad del misterio salvífico de Jesucristo

IV. Unicidad y unidad de la Iglesia

V. Iglesia, Reino de Dios y Reino de Cristo

VI. La Iglesia y las religiones en relación con la Salvación

Conclusión

Notas

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XV Jornada Mundial de la Juventud
Palabras de Juan Pablo II a los jóvenes

La doctrina permanente y perenne de la Iglesia, reafirmada en la Declaración Dominus Iesus, es la que Juan Pablo II ha predicado por todos los rincones del planeta, desde el primer No tengáis miedo, abrid las puertas a Cristo de su servicio como Papa al Pueblo de Dios. De manera especialmente incisiva, sugestiva y apremiante lo hizo ante más de dos millones de jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud del Jubileo del Año 2000 de la encarnación y del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Muchos cientos de miles de aquellos dos millones rezan a Dios en castellano llamándole Padre. La demanda que parte de muchos de ellos, y sobre todo la más numerosa de los que no pudieron estar allí, nos ofrece la inmejorable ocasión de completar nuestro gozoso servicio a los lectores recogiendo las palabras del Papa a los jóvenes en aquellos días de gracia.

Queridos jóvenes: Os cuento mi fe

Juntos, a la escucha de Cristo

¿A Quién confiar la propia vida?

Contad esta experiencia