Para que las empresas pasen «de la neutralidad al compromiso»
En el Día Internacional de la Empresa Social, Entreculturas y Pueblos Unidos reivindican una Responsabilidad Social Corporativa que derribe estereotipos sobre las personas migrantes
A sus 23 años, Keita recuerda con nitidez las dificultades y el arduo camino que tuvo que recorrer en 2018 para llegar a España desde su país natal, Guinea. Allí era estudiante de Geografía en la universidad, pero las condiciones políticas y económicas le obligaron a dejar los estudios y emigrar «ante la falta de un futuro esperanzador», como él mismo explica. Hace dos años ingresó en el programa de jóvenes Baobab de la asociación Pueblos Unidos, donde asegura que ha recibido el apoyo necesario para integrarse en el mercado laboral. Keita ahora trabaja de operario de almacén y logística en Vetnova, una empresa comprometida con la Responsabilidad Social Corporativa mediante la inserción laboral de personas migrantes.
Este sábado se celebra el Día Internacional de la Empresa Social y, desde la ONG Entreculturas y Pueblos Unidos, reivindican la responsabilidad empresarial como una de las mejores fórmulas para derribar los estereotipos que existen sobre las personas migrantes en nuestro país. Este es un uno de los objetivos que persigue la campaña Soy Acogida, impulsado por estas dos organizaciones y que busca promover una cultura de acogida, hospitalidad y solidaridad para las personas que se ven obligadas a desplazarse. Las trabas administrativas, la dificultad para acceder a formaciones de calidad o la discriminación en los procesos de selección son algunos de los factores que provocan que la tasa de desempleo entre la población extranjera que reside de forma administrativamente regular en España roce el 19 %, siendo más de tres millones las personas migrantes que trabajan en la actualidad.
Además, «la desinformación sobre la migración ha agravado aún más las dificultades que ya tenían las personas migrantes para acceder a un empleo de calidad», señala Natalia Padrón, coordinadora del área de formación y empleo de Pueblos Unidos. En este sentido, destaca que es fundamental «la colaboración con empresas para potenciar una narrativa positiva sobre las personas migrantes y promover su inclusión laboral en empleos con condiciones justas».
Keita conoce de primera mano las barreras a las que se tienen que enfrentar cuando llegan a España y «hay empresas que desconfían de nosotros por desconocimiento». Sin embargo, también recalca la importancia de que «las empresas se acerquen a las entidades sociales para ver la realidad de las personas migrantes», ya que esto les permitiría ver «las ganas que tenemos de contribuir a la sociedad si nos dan una oportunidad».
La colaboración entre empresas y entidades sociales demuestra que es posible acortar las distancias entre la realidad de las personas migrantes y la sociedad española, ya que «su integración laboral no solo beneficia a las propias empresas, sino que también contribuye al desarrollo de una sociedad más próspera y cohesionada», afirma Padrón. En un contexto en el que el racismo y la discriminación siguen presentes, es fundamental que las empresas pasen «de la neutralidad al compromiso», como afirman desde Pueblos Unidos y Entreculturas, desafiando con el ejemplo a la cultura del miedo al diferente.