«En la pandemia los jóvenes han redescubierto valores olvidados» - Alfa y Omega

«En la pandemia los jóvenes han redescubierto valores olvidados»

María del Rosario García ha sido elegida vicaria general de las Hijas de María Auxiliadora, en un capítulo que ha tomado el pulso del instituto a las puertas de su 150 aniversario

María Martínez López
La vicaria general de las salesianas en el patio del colegio María Auxiliadora de Madrid, anexo a la casa inspectorial. Foto: María Martínez López.

En agosto de 2022, las salesianas cumplirán 150 años. Y su XXIV capítulo general ha dado, en cierto modo, el pistoletazo de salida a esta celebración. Las Hijas de María Auxiliadora han repasado su historia y tomado el pulso a su realidad con una mirada de «admiración e infinito agradecimiento», reconociendo que todo es «don que viene de Dios, no lo que hemos hecho nosotras». Lo asegura la española María del Rosario García Ribas, que acudió a la cita como provincial de la inspectoría de María Auxiliadora en España y fue elegida vicaria general.

El capítulo, clausurado el 24 de octubre, pretendía «identificar las llamadas de Dios» en un mundo con realidades hasta ahora «inéditas». Como la pandemia. Los jóvenes con los que trabajan «han compartido con toda la humanidad el desgarro, la inseguridad y la incertidumbre», y han sentido «pesimismo, depresión, soledad y dificultad para proyectar el futuro», relata García. Pero al intercambiar experiencias, han podido admirar al mismo tiempo «la generosidad, la solidaridad y el compromiso» que la crisis ha generado. Sus comunidades educativas ofrecieron asistencia material básica a las familias de los alumnos, y los ayudaron a formarse a distancia durante los confinamientos, por ejemplo, haciéndoles llegar materiales, poniendo en marcha una emisora de radio o «financiando la wifi de su casa». En muchas de estas iniciativas, «los jóvenes han sido protagonistas» y «se han sentido llamados a redescubrir valores que quizá tenían olvidados».

En la actualidad, el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora está presente a través de 1.313 comunidades en 97 países de los cinco continentes. Además del trabajo con jóvenes que comparten con los salesianos, ponen «un acento especial en el acompañamiento de la mujer».

En su reunión en Roma, de 172 participantes eran europeas 49. Mirando a la Virgen en Caná, reflexionaron sobre cómo ser «presencia que escucha, que camina con otros, comunitaria, en salida y en red». Una de las prioridades fue «una sólida formación continua conjunta para un nuevo impulso vocacional» en «otro plano diferente de la mera promoción vocacional». Es necesaria «una nueva pedagogía» para que «cada uno descubra y viva su propio proyecto de vida». Esto supone «privilegiar el crecimiento cristiano» de toda la comunidad educativa y «facilitar el despertar y la maduración vocacional».

Otras apuestas son la ecología integral y «la sinodalidad misionera». De hecho, el capítulo se preparó con laicos y jóvenes, aunque no participaron en él por la pandemia. También priorizan «crecer como escuelas» desde la propuesta del Papa Francisco de un Pacto Educativo Global. En España, muchos de sus centros participan en proyectos de Escuelas Católicas en esta línea.

Cuatro años construyendo

García aporta la experiencia de ser la primera provincial tras la unificación, en 2017, de las cuatro inspectorías españolas. Ha sido un «período de construcción compartida» que «nos ha enriquecido»; «un momento muy bonito donde pones en manos de los demás lo mejor de ti y de tu historia». Como decía su lema ese primer año, «si compartes se multiplican tus energías y tu capacidad de donación y de servir a la Iglesia».

La vicaria general subraya que, en los procesos parecidos que están viviendo otras congregaciones e institutos, lo importante no está siendo «la disminución de vocaciones en algunas partes o buscar mejores formas de gestión», sino «el deseo de seguir respondiendo con fidelidad al carisma». En su caso, esto ha supuesto dejar atrás lo secundario, como «costumbres» o «maneras de organizarse», para apostar por «lo verdaderamente fundamental: responder a las aspiraciones profundas de los jóvenes, especialmente de los vulnerables; acompañarlos educativamente y proponerles el Evangelio como fuente de felicidad».

Los jóvenes son «tierra sagrada y queremos verlos, como decía don Bosco, felices aquí y en la eternidad», subraya García. Su «compromiso educativo integral desde el Evangelio» buscar «cooperar a su plena realización en Cristo». «Nuestro estar entre ellos llega al culmen cuando se encuentran cara a cara con Jesús de Nazaret; es nuestra meta». Alcanzarla mediante la educación para el tiempo libre «no significa que nos quedemos en la superficie al abrir los patios para que jueguen, nuestros polideportivos o nuestros teatros para que hagan musicales». Todas estas actividades «están acompañadas desde una propuesta de fe clara» y adaptada.

En esta labor, está siendo «un verdadero regalo» la exhortación postsinodal Christus vivit, que el Papa Francisco las animó a seguir trabajando. Tiene «claves muy concretas» que están aprovechando para «reforzar y abrir nuevas perspectivas» en el acompañamiento y para promover que los jóvenes «sean protagonistas» de la vida de las comunidades educativas.

Bio
  • Nació en Sevilla en 1961 y estudió en las Escuelas Salesianas
  • Licenciada en Historia, profesó a los 25 años
  • De 1994 a 2000 fue coordinadora de pastoral juvenil de la inspectoría con sede en Sevilla, y entre 2003 y 2009 fue su provincial
  • Forma parte del consejo general de 15 miembros que programará el próximo sexenio para las 11.225 salesianas del mundo