«Fui el primer sacerdote de Bangladés en partir del país como misionero» - Alfa y Omega

«Fui el primer sacerdote de Bangladés en partir del país como misionero»

Este sacerdote bangladesí es uno de los rostros del inicio del Mes Misionero Extraordinario

Redacción
Foto: AFP Photo / Rehman Asad.

El padre Gabriel Amal Costa es el primer misionero salido de la Iglesia de Bangladés, un país de mayoría musulmana donde la fe del medio millón de católicos —apenas un 0,3 % de la población— se remonta al siglo XVI.

El misionero nació en Narayangoni, Bangladés, el 1 de enero de 1961. Fue el primer bangladesí en ingresar en el Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, del que se convirtió en miembro en 1996. Sacerdote desde 1997, de 1998 a 2003 trabajó en Costa de Marfil; después fue vicerrector en el centro de formación del instituto en Monza, Italia, y, desde 2006, es su rector.

La fe le viene por su familia, que «es católica desde hace varias generaciones. Mi padre trabajaba la tierra y mi madre era ama de casa. Eran personas sencillas, pero de gran fe y estaban muy comprometidos con la parroquia. Me han transmitido la fe en Dios. Mi madre fue quien me enseñó a rezar», recuerda el sacerdote.

«Todas las noches antes de la cena solíamos rezar junto el santo rosario», continúa Amal. Y, «a menudo, papá y mamá nos hablaban de la Biblia y de la vida de los santos». De esta forma, «a los 4 o 5 años me sabía todas las oraciones y muchas partes de la Biblia», asegura.

La vida en familia, junto a la «excelente educación cristiana» que recibió, sentaron las bases de su vocación sacerdotal y misionera. Posteriormente, «mis padres y mi párroco me ayudaron a entender bien la llamada del Señor a la vida sacerdotal misionera».

Iglesia de Misión, Iglesia misionera

Una vez ordenado, partió a la misión. Antes tuvo que convencer a su obispo, que «me preguntó por qué quería irme. “Todavía necesitamos muchos misioneros, pero también la Iglesia de Bangladés ha alcanzado la madurez y, por eso, quiero irme”». Con el visto bueno, dejó su país hacia la misión, donde «pasé unos años realmente hermosos».

«Fui el primer sacerdote bangladesí en partir del país como misionero». Así, la Iglesia de misión se convirtió en Iglesia misionera. «La Iglesia local también sabe cómo donar a sus hijos a la Iglesia universal», asegura Gabriel Amal Costa.

OMP / Redacción