«Espero verle pronto en España»

Cuarenta minutos son muchos para una audiencia con el Papa, sobre todo si no se necesita traductor. La Santa Sede ha agradecido el detalle de que ésta fuera la primera visita de los nuevos monarcas al extranjero, aunque la Casa Real haya aclarado que la elección recayó en Roma de forma relativamente casual, porque ha sido más rápido cuadrar las agendas que con Marruecos, Portugal y Francia, los otros tres destinos a los que Moncloa y Zarzuela habían dado la máxima prioridad. El Santo Padre hizo de inmediato un hueco para Felipe VI y doña Letizia, y les trató con el mismo afecto con que recibió en abril a don Juan Carlos y doña Sofía, a quienes también concedió un tiempo muy superior al habitual en encuentros con Jefes de Estado. Se trata de una clara muestra de cariño de Francisco hacia España, que en los próximos meses podría tener el colofón de una visita a nuestro país. La Conferencia Episcopal Española dice que las cosas van por buen camino. Ésa fue también la impresión el pasado lunes. El rey se despidió con un: «Espero verle pronto en España». El Papa se giró entonces hacia la reina: «Con la esperanza de verla pronto».