Las reformas llegan al seminario - Alfa y Omega

Las reformas llegan al seminario

El Día del Seminario está marcado por el proceso de adaptación en nuestro país de los itinerarios de formación para seminaristas y sacerdotes, la llamada Ratio Nationalis, que preparan los obispos. La creación de comunidades formativas más amplias, y por tanto la recolocación de seminaristas y el cierre de los seminarios con menos candidatos, será una de las decisiones más complicadas. Se trabaja en la búsqueda de fórmulas como la del seminario interdiocesano que ya funciona, por ejemplo, en Aragón

Fran Otero
Un joven ante las puertas del Seminario Conciliar de Madrid, donde viven 121 aspirantes al sacerdocio. Foto: Alfa y Omega

Entre el domingo 18 y el lunes 19 se celebra, con motivo de la solemnidad de san José, el Día del Seminario, que este año viene marcado por la elaboración de la versión nacional de la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, el documento publicado hace poco más de un año por el Vaticano y que expone el itinerario de formación para sacerdotes y aspirantes.

En la última reunión de la Comisión Permanente se abordó esta cuestión que ahora será tratada en la próxima reunión de la Asamblea Plenaria de los obispos españoles, prevista para la tercera semana de abril. En la nota publicada por la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades para el Día del Seminario se hace hincapié en el contexto de «reestructuración y de adaptación del itinerario formativo» para los futuros sacerdotes. En estos momentos, explica a Alfa y Omega Sergio Requena, director de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, se trabaja con base en un documento en el que se explicita el contexto en el que se lleva a cabo esta adaptación, la situación de los seminarios, los rasgos de la pastoral vocacional, los medios necesarios y un plan de estudios. Así, el comité asesor –con más de una decena de rectores de seminarios– concretará un texto que después deberán aprobar los obispos y refrendar en Roma la Congregación para el Clero.

Joan Enric Vives, arzobispo de Urgel y presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, recuerda que la adaptación de la ratio no solo tiene que ver con los seminarios, sino también con el clero, pues la formación sacerdotal «dura para toda la vida». Este es uno de los aspectos que subrayará la ratio nacional. Como también lo hará con el curso introductorio o propedéutico, ya en marcha en algunas diócesis, y por el que, añade Vives, «también tendrán que hacer los aspirantes que procedan del seminario menor». «No se trata de hacer cursos, cursos y más cursos, sino en tomar una decisión vocacional, aprender un estilo y ser sacerdote», remata.

Acentos

En este sentido, el arzobispo de Urgel afirma que el documento español pondrá los acentos en nuestra realidad concreta y también tendrá que ofrecer itinerarios para los sacerdotes, estén en la etapa que estén: desde los más jóvenes hasta los mayores de 75. Se estudiará, en particular, la atención que reciben estos curas ancianos y la aportación que pueden todavía prestar.

En lo que respecta a la formación en los seminarios, la adaptación española de la ratio hará propia toda la nueva nomenclatura, sobre todo la que se utiliza para definir cada una de las etapas: discipular, configurativa…

Una de las cuestiones a las que mayor impacto se augura –si, finalmente, llega a concretarse– es la necesidad de fijar un número mínimo de jóvenes en un seminario para concentrar recursos y favorecer que exista una experiencia de vida comunitaria. La ratio analizará la posible reestructuración de los propios seminarios para, según Vives, «poder tener comunidades humanamente valiosas». Lo complicado –y ahora se está trabajando en ello– es encontrar fórmulas como los seminarios interdiocesanos, que ya funcionan en lugares como Zaragoza –a donde llegan seminaristas de todo el territorio de Aragón– o Barcelona.