Comienza en Madrid el Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Urgencia (SARCU)
A Fran Cañestro, párroco de San Juan de Ribera, le llamaron hace mes y medio, por la noche, para atender a la madre de un matrimonio conocido, que estaba a punto de morir; él venía de un viaje y se acercó directamente al hospital para darle el viático. En otra ocasión salió de su casa también de noche para atender bajo condición de que estuviera viva a una persona víctima de un accidente de tráfico; y hace algún tiempo recibió una llamada de un matrimonio joven que tenía un problema grave de convivencia, y estuvo con ellos dos horas, de madrugada, para poder dar algo de luz y solucionar la situación.
«La gente que te conoce te llama a cualquier hora. Y siempre lo agradecen, tanto porque es un servicio que prestas a deshora como por mostrar de este modo la disponibilidad de la Iglesia», afirma. Fran es uno de los sacerdotes que forma parte del Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Urgencia (SARCU), que ofrecerá de manera organizada a partir del 15 de mayo la ayuda de la Iglesia en Madrid a altas horas de la noche.
Si en algún momento alguien necesita los servicios de un cura a deshora –para asistir a un moribundo, para acompañar a una familia en urgencias…–, ahora lo tendrá más fácil. «El objetivo es mostrar la cercanía de la Iglesia en momentos en los que a la gente le es muy necesario, y a los que a veces la parroquia no puede llegar», explica Bienvenido Nieto, diácono permanente y coordinador del SARCU. «Hay momentos del día en los que no es fácil encontrar al párroco o a un sacerdote, sobre todo cuando es de noche y la parroquia está cerrada, y muchos que podrían beneficiarse de la labor de un sacerdote no saben dónde acudir», por eso este servicio se prestará desde las 23 hasta la 7 horas. En este intervalo de tiempo habrá un sacerdote de guardia en el 913 717 717, que atenderá cualquier urgencia que haga necesaria su presencia.
«Igual que existen otros servicios 24 horas, también es necesario ofrecer el servicio de la Iglesia hacia esas personas que también lo pueden necesitar», dice Bienvenido. La idea de implantar esta iniciativa en la diócesis de Madrid partió del cardenal Osoro, que conoció su existencia en otras diócesis durante su participación en la JMJ de Cracovia 2016.
En principio, este servicio no se reduce a la administración del Viático o la Unción de enfermos, sino que también ofrecerá el acompañamiento a personas que necesiten una atención espiritual. «A veces también se echa en falta la presencia de un sacerdote para realizar un responso a un sacerdote a una hora intempestiva, o acudir a una residencia de ancianos cuando alguien esté en proceso de pasar de la muerte a la Vida, o acompañar en el hospital a los familiares de una persona que haya tenido un accidente grave…».
En los momentos duros
De momento, hay 58 sacerdotes que se han ofrecido voluntarios para dedicar una noche a este proyecto, y en breve se presentará esta iniciativa en todas las parroquias de Madrid. Además, el SARCU ha encontrado una buena aceptación en la sociedad civil. «En el 112 estuvieron encantados cuando les presentamos el proyecto, y nos han prometido que nos derivarán la llamada si alguna persona les pide el servicio que vamos a ofrecer. Y el Ayuntamiento se ha prestado a colaborar también, para que el sacerdote no tenga restricciones a la hora de acceder a las zonas de Madrid donde se le necesite», afirma Bienvenido Nieto.
Para el coordinador del SARCU, la necesidad de este servicio está en que «el ser humano es un ser trascendente y tienen una dimensión espiritual, muchas veces no es suficiente la mera atención psicológica, el hombre busca algo más». Asimismo, «Jesús nos ayudó a entender que debemos estar con la gente que lo necesita, sobre todo en los momentos duros, cuando a uno parece que se le viene todo encima». Por este motivo, gracias al SARCU, «cuando alguien precise una atención espiritual urgente, además de la ayuda de los sacramentos, allí estará la Iglesia en Madrid».