Venezuela impide la llegada de ayuda humanitaria a las zonas inundadas

Venezuela impide la llegada de ayuda humanitaria a las zonas inundadas

La presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana ha denunciado el bloqueo de la ayuda de Cáritas. El obispo auxiliar de Mérida plantó cara a agentes de la Guardia Nacional Bolivariana

María Martínez López
Inundaciones en Mérida (Venezuela)
Una de las zonas arrasadas por el agua en Mérida. Foto: Vatican News

Los obispos de Venezuela han denunciado que las autoridades y la Guardia Nacional Bolivariana están impidiendo el paso de ayuda humanitaria tras las lluvias torrenciales en el estado de Mérida. En un mensaje hecho público el lunes, la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana hace un llamamiento a estos líderes para que no actúen «por intereses particulares», ya que «están al servicio de todos los venezolanos».

Según datos provisionales, las inundaciones y corrimientos de tierra han causado al menos 20 muertes o desapariciones. 35.000 personas se han visto afectadas, y 8.000 viviendas han quedado destruidas. Frente a esta desgracia, denuncian los obispos, «algunas autoridades civiles» y miembros de la Guardia Nacional Bolivariana «no solo han impedido el acceso a la mayor parte de las ayudas enviadas desde diversas partes del país, sino que han tenido una actitud de displicencia y ofensa hacia los miembros de la Iglesia y otras instituciones».

El mensaje insta a «dar la cara» a los mandos responsables de haber dado estas órdenes. También los exhorta «a cambiar de actitud y a ponerse al servicio de las instituciones que están colaborando, para que llegue rápidamente la ayuda a su destino». Para ello, sugieren priorizar la llegada de suministros y movilizar a los agentes para abrir el acceso por carretera a las zonas afectadas.

La Iglesia lidera la asistencia

Desde el comienzo de las lluvias la Iglesia ha liderado la asistencia humanitaria. La red de Cáritas fue una de las primeras en avisar de lo que sucedía en el valle de los Mocotíes. En la noche del lunes 23 de agosto de 2021, recuerda una nota de Cáritas Venezuela, Cáritas Mérida recibió la alerta de una Cáritas parroquial. De inmediato, comenzó a recopilar información y se puso en contacto con la Cáritas nacional. En menos de doce horas se había elaborado un primer balance de daños.

Desde el 25 de agosto, tanto las diócesis de Mérida como la de Caracas pusieron en marcha puntos de recogida de alimentos, agua potable, ropa de abrigo, medicamentos, mascarillas y otros productos de primera necesidad. Los obispos subrayan cómo esta generosidad se está produciendo «en medio de una crisis que ha empobrecido a mucha gente de la nación».

El viernes 26 de agosto, narra Fides, salieron los primeros camiones para transportar la ayuda a Mérida. El sábado 28 de agosto llegaron a su destino 38.000 litros de agua y más de 30 toneladas de ayuda. Fue entonces cuando se empezaron a encontrar con obstáculos que nada tenían que ver con la meteorología.

Obispo auxiliar: «Quieren quitar la ayuda a la gente»

Lo vivió en primera persona el obispo auxiliar de Mérida, Luis Enrique Rojas. El sábado se enfrentó a los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana que le impedían a él y al personal de Cáritas Venezuela acceder a Tovar, uno de los tres municipios más afectados. «Basta de que maltraten al pueblo. No los queremos. Les quieren quitar la ayuda a la gente. No puede ser», aseveró en unas palabras recogidas por el diario El nacional.

También la oposición al chavismo ha denunciado estas acciones con mensajes y vídeos en las redes sociales. «Es un acto criminal y despiadado», subrayó la diputada a la Asamblea Nacional de Venezuela Carmen María Sivoli. La opositora apuntaba como uno de los responsables del bloqueo a Jehyson Guzmán, «protector regional» de esa zona. Se trata de un cargo no oficial designado por Nicolás Maduro en paralelo al del gobernador, el opositor Ramón Guevara.

Mientras, la página web de la diócesis de Mérida sigue recogiendo testimonios sobre los daños causados, en los que también se deja ver el abandono por parte de las mismas autoridades que impiden que la ayuda llegue. Desde Río Negro, por ejemplo, el padre Loaiza pide a las instituciones públicas que envíen maquinaria para restablecer el suministro eléctrico y limpiar las vías de comunicación. Y el padre Eduar Molina Escalona denuncia «la ineficacia en la pronta respuesta», con errores como el envío a algunas zonas de más ayuda de la necesaria mientras otras «se encuentran desatendidas».