Una joven misionera polaca, de 26 años, muere asesinada en Bolivia - Alfa y Omega

Una joven misionera polaca, de 26 años, muere asesinada en Bolivia

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Helena Kmieć, la voluntaria polaca asesinada en Bolivia. Foto: RV

Había llegado a Bolivia los primeros días de enero para trabajar como voluntaria Helena Agnieszka Kmieć, la joven de 26 años de edad asesinada la madrugada del martes 24 de enero, en la localidad de Pacata, vecina de la ciudad de Cochabamba.

Helena, pertenecía al Voluntariado Misionero «Salvatoriano», dirigido por los padres polacos de la Sociedad del Divino Salvador y en Bolivia pensaba quedarse 6 meses trabajando como voluntaria. Junto a su amiga Anita Szuwald, se encontraban en el Colegio Edmundo Bojanowski en el momento del crimen –obra educativa de la Congregación de las Siervas de la Inmaculada Concepción de la Beata Virgen María– donde se ocupaban del orfanato que dirigen las religiosas. Sólo dos semanas en Bolivia y el sueño de Helena encontró fin por mano de su asesino, que le procuró numerosas heridas con arma blanca.

El informe del Ministerio Público se refiere a robo de bienes como posible motivación del crimen, mientras la fiscalía boliviana ha detenido a dos presuntos autores del hecho.

Antes de llegar a Bolivia, la joven polaca había trabajado como voluntaria en misiones en Rumania, Hungría y Zambia.

Sobre este dramático hecho, habló con Radio Vaticano, la hermana Lucyna Jodlowska, Superiora del Vicariato Misional en Bolivia: «Estamos muy tristes, conmovidas y preocupadas por lo que ha ocurrido aquí, en nuestra misión, con la joven voluntaria Helena Agnieszka Kmieć del voluntariado de los padres Salvatorianos de Polonia, que llegaron a nuestra comunidad de Cochabamba, el 9 de enero de este año, para realizar un trabajo de apoyo a nuestra misión en Bolivia con los niños de una guardería, que estamos preparando. Hemos denunciado todo, la policía está al tanto para dar con la persona que ha cometido el delito, hemos proporcionado todos los datos posibles. Expresamos nuestro pésame también a la familia de Helena. Estamos recibiendo apoyo espiritual de parte de los padres y hermanas de Polonia y también aquí de otras congregaciones. Nosotras estamos muy preocupadas y nos están apoyando mucho con la oración.

Helena vino para ayudarnos con una guardería nueva para niños pobres. La estaban preparando. Es una guardería nueva que se prepara para funcionar, porque aquí en Bolivia estamos de vacaciones. Y lo hacía con mucha ilusión, desprendimiento y con mucha entrega, estaba preparando los ambientes donde los niños pudieran estar y poder trabajar con ellos, en los próximos meses que quería estar con nosotras».

María Cecilia Mutual / RV