Un modelo para la nueva evangelización - Alfa y Omega

Un modelo para la nueva evangelización

El I Congreso Internacional de San Juan de Ávila fue clausurado, el pasado domingo, en Córdoba, después de tres días llenos de interesantes y novedosas ponencias sobre el nuevo Doctor de la Iglesia: una figura histórica universal que ha sido analizada en estos días, y no sólo de un modo intelectual, sino vivencial, ya que los congresistas visitaron Montilla y veneraron las reliquias y los lugares donde vivió el Apóstol de Andalucía

Juan Ignacio Merino
Detalle del cartel del Congreso
Detalle del cartel del Congreso.

Del 25 al 28 de abril, Córdoba acogió el I Congreso Internacional de San Juan de Ávila, que se desarrolló en el Palacio episcopal de la ciudad, aunque el sábado los participantes se trasladaron a Montilla, ciudad donde murió el santo. El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, presidió como anfitrión los diferentes actos del congreso, y tuvo a su cargo la ponencia de clausura, en la que destacó la importancia del título del Maestro Ávila como clericus cordubensis.

Otra esperada ponencia fue la inaugural, con monseñor Guy Real Thivierge, de la Federación Internacional de Universidades Católicas, de París, quien presentó al maestro de santos como «un modelo profético de fe y de nueva evangelización» dentro de un mundo no menos turbulento que el actual. También estuvo el obispo de San Cristóbal (Venezuela) y canciller de la Universidad Católica del Táchira, monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, que presentó a san Juan de Ávila como precursor de la nueva evangelización. La aportación a la nueva evangelización fue, de hecho, uno de los temas más subrayados de este santo, proclamado Doctor de la Iglesia universal en el Año de la fe, en el mismo mes en que se celebró el Sínodo para la Nueva Evangelización.

Durante cuatro días, más de 300 congresistas disfrutaron de unas jornadas en las que se profundizó, no sólo en la espiritualidad y la doctrina del santo, sino también en su importancia en el mundo de las letras, su influencia social y política, y todo ello a cargo de expertos avilistas y representantes de diferentes universidades, teológicas como de otras ramas, tanto nacionales como internacionales. Entre los congresistas, se podían ver catedráticos, personalidades académicas, autoridades civiles, profesores de universidad y de enseñanza media, pero también empresarios, políticos, médicos, ejecutivos y más de 30 sacerdotes, seminaristas de los dos Seminarios diocesanos de Córdoba, alguna que otra religiosa y también algún curioso interesado por la enseñanza del Maestro Ávila.

Visita a Montilla

A las 22 ponencias del Congreso, se añadieron diversas actividades culturales, como audiciones musicales, una visita nocturna a la catedral de Córdoba y una visita muy especial a Montilla. El sábado 27, todos los congresistas se trasladaron a Montilla, para visitar la ruta avilista, que incluye los lugares más importantes de la vida del santo: desde su casa, un museo bibliográfico, o hasta el convento de Santa Clara. Después, celebraron la Eucaristía, presidida por el obispo de Córdoba, en la basílica de San Juan de Ávila, donde veneraron las reliquias del santo. «Fue una celebración preciosa y muy emocionante», dice don Antonio Llamas, director académico del congreso y experto en Sagrada Escritura. Otro momento que destaca Llamas es la entrega que hizo el obispo de Córdoba al obispo de San Cristóbal, de Venezuela, de un pectoral diseñado por el Año Jubilar Avilista. Para el señor Llamas, que durante meses ha trabajado intensamente, junto con un gran equipo de profesionales, ha significado una gran satisfacción organizar este acto, donde «la Iglesia de Córdoba se convertía en el centro de las miradas».

Dios es amor

Tras la intensa jornada del sábado, el domingo 28, de nuevo en Córdoba, se clausuró el histórico congreso con la ponencia final de monseñor Demetrio Fernández sobre El Apóstol de Andalucía, y la solemne Eucaristía en la catedral de Córdoba, presidida por el Nuncio apostólico, monseñor Renzo Fratini, quien expresó su satisfacción por el Doctorado de san Juan de Ávila como un gran don para la Iglesia. Durante su homilía, el Nuncio invitó a todos los asistentes a imitar al santo anunciando que Dios es amor: «Correspondamos al amor de Dios, comuniquemos el amor de Dios, ésta es la raíz de toda evangelización… El compromiso misionero nace de la vivencia de este amor transmitiendo la fe. Es lo que nos enseña san Juan de Ávila: anunciar el amor de Dios que hace presente su reino entre nosotros». Y también deseó y exhortó a todos los sacerdotes presentes «a seguir el ejemplo del celo apostólico de san Juan de Ávila», Patrono del clero secular español.