Tricentenario de la ermita Virgen del Puerto: «Acudid a la Virgen y Ella ayudará a vuestras familias»
El domingo, 16 de septiembre, la ermita Virgen del Puerto (paseo Virgen del Puerto) celebra el tricentenario de su construcción. La Misa solemne –que será retransmitida por TVE– se celebrará a las 10:30 horas y estará presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.
El rector de la ermita, Juan Pedro Ortuño, reconoce que todo este tiempo «está siendo un despertar sacerdotal y ministerial realmente muy importante». En la misma línea, el sacerdote madrileño anima a toda la Iglesia que peregrina en Madrid a acudir a esta celebración, que «está suponiendo un gran despertar en todas las familias que se unen a esta bonita tarea pastoral».
300 años de vida, por y para el pueblo de Madrid. ¿Cómo late el corazón ante un encuentro tan importante?
El corazón está realmente muy emocionado. Vamos a conmemorar los 300 años de la construcción de la ermita Virgen del Puerto y es un hecho verdaderamente significativo, tanto para nosotros como para todo el pueblo de Madrid. Este edificio fue construido por el marqués de Vadillo, quien fue alcalde corregidor de Plasencia y luego de Madrid, nombrado por Felipe V. Construyó esta ermita porque tenía muy buen recuerdo de quien era la patrona de Plasencia, la Virgen del Puerto. Curiosamente el frontal no mira hacia donde dan normalmente todas las iglesias, que es a oriente, sino que está frente al Palacio Real.
El marqués de Vadillo fue uno de los grandes urbanistas de Madrid. Antes que Carlos III, que es el gran urbanista de Madrid. Y, de hecho, aquí empezaron los grandes jardines y proyectos. Y esta ermita, junto al puente de Segovia, se la encargó a Pedro de Rivera, que fue también el constructor del puente de Segovia, de la iglesia de Santiago… Este templo tuvo dos grandes finalidades: por un lado, para que las lavanderas, que estaban allí en el río Manzanares, tuvieran un lugar para rezar; y después también se construyó –porque la ermita tenía otras estancias, un edificio anexo– como orfanato para niños, para que pudieran tener una educación y un hospicio. O sea que tuvo una obra social muy importante. Una tarea que, después, fue verdaderamente desconocida.
Y aquí esta también la gran tradición de la Virgen de la Melonera, que es el primer domingo después del 8 de septiembre, y por eso se hace aquí el día 16 este año, conmemorando los 300 años de la construcción de esta ermita.
¿Cómo se prepara la celebración?
Se está trabajando a nivel de pastoral con las familias, los matrimonios, los jóvenes… y se está dando una labor cultural esencial. De hecho, vamos a tener una exposición que se inaugura este año, en la que se da a conocer todo lo que se ha realizado durante este tiempo. Y, además, vamos a celebrar un Año Jubilar unido al Jubileo de la Almudena, donde vamos a organizar conciertos de música clásica todos los meses y otro tipo de actividades culturales. Y, desde aquí, queremos invitar a todas las familias a que participen. Está suponiendo un gran despertar en esta ermita y en todas las familias que se unen a esta bonita tarea pastoral.
¿Para usted es especial?
Para mí supone una labor sacerdotal que hasta hace unos años desconocía. Yo había realizado otros menesteres en la Iglesia. Está siendo un despertar sacerdotal y ministerial realmente muy importante.
¿Y la comunidad cómo lo está viviendo?
Están encantados. La gente está contenta y feliz de poder participar. Hay gente mayor, jóvenes, familias con niños… En las Misas de los domingos la gente participa muchísimo. Además, con las obras que se han realizado, hemos ampliado la parte de la estancia de arriba. Ahora hay capacidad para más de 200 personas. Y puedo asegurarte que la gente participa de una manera muy, muy, muy activa.
Una celebración a la que va a asistir el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Esto supone, también, un aliciente importante para todos, ¿no?
Desde luego que sí. Estamos encantados con su visita.
¿Y cómo animaría al pueblo de Madrid a asistir a esta celebración?
Les diría, sobre todo, que piensen que hay una devoción muy peculiar a la Virgen, a nuestra Madre, que es la Melonera. Según cuenta la tradición, las mozas acudían a san Antonio a pedir novio. Y una vez que lo tenían, acudían aquí, a esta ermita, con la pretensión de comprar un melón y ofrecérselo a la Virgen del Puerto para tener un buen matrimonio. Y según cuenta la leyenda, una novia, en una ocasión, lo que hizo fue robar un melón y ofrecérselo a la Virgen. Y la Virgen, según cuentan, le dijo: «Devuelve el melón, lo compras y me lo ofreces; después se lo das a tu novio y si él se lo come y le gusta, tendréis un buen matrimonio…». Eso cuenta la leyenda.
Así que les digo a todos los madrileños que acudan a la Virgen, que seguro que les ayudará en sus familias y en sus matrimonios.