Tras la conferencia de Sevilla la Iglesia reitera su compromiso con la cancelación de la deuda
Enlázate por la Justicia lamenta que nuestro país solo destine el 0,24 % del PIB a ayuda al desarrollo, lejos del 0,7 %, frente a un 2 % o 5 % que se pretende destinar a defensa
Los países participantes en la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo la han finalizado este jueves adoptando el llamado Compromiso de Sevilla. El documento contiene todas las acciones que se deberán realizar en los próximos años para dar un nuevo enfoque a la financiación para el desarrollo, además de reivindicar los derechos humanos y el multilateralismo.
También las entidades de Iglesia, que han participado de forma activa en este foro internacional con distintos actos, incluidos tres eventos paralelos oficiales, han ofrecido sus conclusiones. Enlázate por la Justicia (que engloba a Cáritas, Cedis, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES) valora positivamente la «unidad de la Iglesia de España» para implicarse en este evento «unidos a la Iglesia universal y al Papa para pedir especialmente la cancelación de la deuda en este Jubileo».
Los compromisos y acciones clave que se describen en el Compromiso de Sevilla incluyen en primer lugar un marco renovado para la financiación al desarrollo. Se ha acordado poner en marcha reformas ambiciosas para cerrar la brecha de financiación (la diferencia entre a lo que los países se comprometen y lo que efectivamente pagan) y abordar los desafíos de la deuda, entre otros. También se hace hincapié en una gobernanza económica mundial más inclusiva y equitativa, con transparencia y rendición de cuentas, integrando el sector informal y combatiendo los flujos financieros ilícitos.
Se reafirma la importancia de la asistencia oficial para el desarrollo y se insta a los países desarrollados a cumplir sus respectivos compromisos, incluido el de alcanzar el 0,7% del PIB para los países en desarrollo. En este sentido, desde Enlázate por la Justicia subrayan que «es una vergüenza que nuestro país solo dedique un 0,24 % de su PIB a ayuda al desarrollo». Está muy lejos del compromiso del 0,7 %, al que «solo han llegado cuatro países del mundo». Además este queda pequeño respecto al 2 % o 5 % que se pretende destinar a defensa.
Reforma del sistema de deuda
El segundo gran tema del Compromiso de Sevilla es el de la deuda externa de los países en desarrollo. El texto reconoce que las reestructuraciones de deuda suelen ser tardías y prolongadas. Por ello aboga por una arquitectura de la deuda orientada al desarrollo que promueva el endeudamiento y los préstamos responsables, ayude a los países a afrontarla y mejore las reestructuraciones.
Las naciones han dado el mandato al secretario general de la ONU de crear un grupo de trabajo, con el FMI y el Banco Mundial, para proponer principios rectores voluntarios sobre el endeudamiento. Entre sus medidas se podrían incluir un registro central global de datos de la deuda o un servicio de apoyo a la sostenibilidad de la deuda.
Por otro lado, el Compromiso de Sevilla reafirma un compromiso «continuo y firme» con el multilateralismo, la cooperación internacional y la solidaridad global, basados en el respeto mutuo y la acción colectiva. También subraya un compromiso inquebrantable con el derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas.
La ONU, «signo de esperanza»
Enlázate por la Justicia comparte en este ámbito cómo «la ONU es un signo de esperanza en el momento actual de polarización, extremismos y guerras». Con todo, «tiene que ser revisada en la línea que propone la encíclica Fratelli tutti», como matiza Marta Isabel González, responsable de comunicación de Enlázate por la Justicia. En concreto, «protestamos por la poca presencia que hemos tenido en las plenarias oficiales. En otros procesos de la ONU se deja hablar más a las entidades de la sociedad civil».
Por último, los países demandan sistemas de gobernanza eficaces, responsables e inclusivos e instituciones democráticas con transparencia para que pueda funcionar la rendición de cuentas, el estado de derecho y políticas sólidas en todos los niveles. El documento reconoce que los países se están «quedando cortos en la lucha contra el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desertificación» y pide «aumentar la ambición en la acción climática».
Ya antes de inaugurarse la conferencia, el profesor de Economía de la Universidad Complutense Pedro José Gómez se mostraba escéptico ante Alfa y Omega respecto al texto final, cuyo borrador se había aprobado dos semanas antes. «Es un documento de buenas intenciones» muy «optimista» y que «aborda temas relevantes. Pero el grado de concreción es mínimo: no hay una sola cifra, meta o plazo; ni será vinculante».
Desde Enlázate por la Justicia aseguran que seguirán analizando su contenido. Pero destacan que «nuestra hoja de ruta para estos próximos meses es el Informe Jubileo» que se presentó el viernes pasado en el Vaticano y apuesta por la cancelación de la deuda y la reforma del todo el sistema. Es el fruto del trabajo de una comisión nombrada por el Papa Francisco en febrero.