Teresa conquista Madrid
Una de las espinitas que se le quedó clavada a santa Teresa de Jesús fue no poder fundar uno de sus Carmelos reformados en Madrid, Villa y Corte del Reino de España. Cinco siglos después de su nacimiento, la Mística Doctora ha terminado por conquistar la capital. Y no sólo porque Madrid cuente ya con numerosa presencia carmelitana en sus calles, sino porque «Teresa ha tocado el corazón de mucha gente, ha sorprendido e impactado a jóvenes, niños, ancianos, religiosos, seglares…» durante la peregrinación Camino de Luz, que ha llevado a la capital la reliquia del bastón de la Santa. Así lo explica el padre David Alarcón, carmelita descalzo y custodio del bastón.
El padre Alarcón explica que «cada encuentro con la Santa, a través de la veneración de la reliquia –que acompañamos con alguna meditación, oración o charla–, termina siendo un encuentro con Cristo». En Madrid, la reliquia visitó la parroquia de Santa Teresa y San José, casa generalicia de los Carmelitas Descalzos en la capital; el convento de Carmelitas Descalzas de la calle General Aranaz –donde custodian las tallas del San José y la Virgen que la Santa colocó en la puerta de su primera fundación–; la parroquia de San Cristóbal, de Boadilla del Monte; y el colegio San Luis de los Franceses, de Pozuelo de Alarcón. «En los colegios –cuenta el padre Alarcón– es donde más he disfrutado, porque los niños se muestran muy receptivos». Como explica el carmelita, «lo que más llama la atención a niños y adolescentes es que Teresa es una mujer valiente, que habla de Dios no desde la teoría, sino desde su experiencia». Y, sobre todo, «que ellos pueden también tener esa experiencia de Cristo. Un chico joven –concluye– se queda asombrado cuando escucha que él también puede ser santo».