Sueños de Bollywood y Bollywood, el cabaret. Imagining India - Alfa y Omega

Que se estrenaba este espectáculo en Madrid, tal y como decía la información y los medios, no es del todo cierto. La coreógrafa, cantante y bailarina anglosajona Mistry lleva desde 2007 moviendo por el país su menudo cuerpo y sus versiones de Sueños de Bollywood con más o menos presupuesto. El Teatro La Latina ha sido el último en acoger generosamente el evento, y serán otros teatros —próximos a programar— los que reciban el sueño de la India.

Celebrar los cien años del inicio de Bollywood, la gran empresa hindú del cine, el baile y la música que tantos fans tiene a nivel mundial y que mueve millones de dólares, se ha puesto de moda. La tónica Markham, se suma al carro patrocinando el espectáculo coreográfico de Mistry, simple y llanamente porque tiene relación con la India, la verdad, yo personalmente no encuentro más «por qué». Esta bebida, inspirada en aquellas originarias de la india británica, está hecha con quinina natural del sur de Asia y cuenta con aceites esenciales naturales de pomelos rosas de Florida, ácido cítrico y azúcar… precisamente todo lo que le falta a aquello que sponsoriza.

Sueños de Bollywood y Bollywood The Cabaret son dos historias paralelas, de amor y desamor, con todo lo que ello conlleva. Las dos intentan tomar vida con el ritmo continuado de una canción seguida de otra y así hasta el final, pero ni por esas. Ni un hilo de diálogo (excepto en las mínimas introducciones locutadas) llevan al espectador hacia el objetivo del espectáculo. Son dos historias simplonas de amor al más puro estilo novela romántica de quiosco.

Normalmente, eso es lo que tenemos en las películas bollywoodienses más normalitas y puede que sea lo menos importante, porque lo que realmente el espectador espera para emocionarse es la música y el baile. Pero si la música (grabada en su totalidad), flojea en más de un punto, los playback no se sabe si lo son o no (excepto en el caso de la protagonista, que se sabe las letras), los bailes tienen en muchas ocasiones cuadros festival de colegio, los bailarines tienen niveles de técnica tan diversos como es el caso (una de las bailarinas no se sabía la mitad de los pasos) y lo más cercano al aroma de la India, se focaliza únicamente en la estrella Mistry y la imagen del dios Shiva que preside el escenario… pues la verdad.

Dicen que Gene Kelly hacia ensayar durante horas y horas a sus compañeros de Cantando bajo la lluvia para conseguir unificar el estilo, que no había dos personas tan distintas bailando como eran él y Donald O’Connor, y sin embargo viéndoles girar juntos parecen tan exactos… Eso es lo que esperas de un espectáculo basado en el baile, y lo sueles encontrar. Baile, muy bien coreografiado, trabajado, muy ensayado, casi perfecto. Pero si es que además llevas más de 5 años rodándolo por las tablas de España, tiene mucho delito que no roces ni el aprobado.

Para más inri, la primera parte, llamada Sueños de Bollywood, es un compendio de los temas musicales que encontraríamos en cualquier película del género. Pero la segunda no tiene descripción, es una especie de ensayo que mezcla estilos de pluma y fleco con Bollywood, flamenco, contemporáneo, a base de botas altas y negras, vestidos ajustados y máscaras… en fin. Una mezcolanza poco apetecible, como intentar comerse un perrito caliente relleno de pescaítos fritos al curry… ¡Hay cosas que no se pueden poner juntas a no ser que seas un genio!

Mistry es una bailarina estupenda, una mujer con una luz que llena el escenario. Sin embargo, verla en esta ocasión ha sido como asistir a su festival de fin de curso, donde lo mejor es que la profe no salga para no desmerecer a los alumnos. Entre los susodichos, hay bailarines de calidad, pero que se ven arrastrados por su estilo, flamenco, clásico, contemporáneo, y hay otros con los que no hay más remedio que preguntarse qué es lo que se creen que están haciendo.

Un espectador de teatro se siente agradecido, le guste o no una obra, si nota el trabajo y la entrega de la compañía. Aquí hay cariño y cierta disposición, pero sinceramente, en este caso, con estos dos factores más la sonrisa y el encanto de Mistry, no es suficiente.

Sueños de Bollywood y Bollywood, el cabaret

★★★☆☆