Sin miedo a decir «yo creo» - Alfa y Omega

Hay personas a las que les da vergüenza decir en público que son creyentes. No sabemos si son muchas o pocas, pero existen. Esta tendencia quizá se vea más en países laicos como puede ser España, pero es algo que en otros lugares como Estados Unidos no suele ser tan habitual. En el país de los campos de algodón es algo normal ver cómo grandes rostros famosos acuden a la iglesia o muestran sus oraciones en las redes sociales. A poco que una persona se ponga a buscar por internet se da buena cuenta de ello. También los artistas del mundo de la música son personalidades a las que en algún momento de sus carreras les suele apetecer, si es que son creyentes, grabar algún himno espiritual. Elvis Presley, Aretha Franklin, Johnny Cash, Frank Sinatra. Podríamos estar un buen rato mencionando a algunas de las grandes estrellas que ya no están entre nosotros pero que, en alguna ocasión, cantaron a la religión que profesan. Otras que siguen vivas no han tenido problemas en ponerse delante de un micrófono y decir aquello de «yo creo en Dios». Un ejemplo es el de Dolly Parton, reina absoluta de la música country, mujer estandarte para muchos americanos, que no ha tenido ningún problema en mostrar sus creencias espirituales mediante la difusión de su voz. De hecho, en una de sus canciones más destacables se abre en canal para decirle al público que cree en Dios. Lo justifica con versos como estos: «Creo que aún por encima de la tormenta se escuchará la más pequeña de las oraciones / y creo que alguien en algún lugar grandioso escucha cada palabra / porque cada vez que escucho llorar a un bebé recién nacido / o tocar una hoja o ver el cielo / entonces ya sé por qué creo. / Y es que yo creo». La canción se llama I believe y fue publicada por primera vez en 1971 dentro de su álbum The golden streets of glory. Pero no fue compuesta por esta artista de Tennessee, sino por una serie de escritores estadounidenses en los años 50 para una voz como la de Frankie Laine. El tema fue encargado por la artista Jane Froman para un programa de televisión en un momento donde la Segunda Guerra Mundial y la guerra de Corea tenían a la población preocupada. Fue todo un éxito y el objetivo de dar esperanza y fe al gran público se consiguió, ya que esta canción ha sido versionada por multitud de cantantes a lo largo de la historia. Gente sin miedo a decir «yo creo».