Seis religiosas secuestradas en Haití

Haití sigue sumiéndose en un profundo caos. La violencia no discrimina entre civiles inocentes o grupos armados y el país puede definirse como un Estado fallido. La Iglesia haitiana ha dado a conocer que seis religiosas fueron secuestradas este viernes por un grupo armado. Son seis monjas de la Congregación de Religiosas de Santa Ana que se dirigían en un autobús a la universidad de la capital, Puerto Príncipe. A plena luz del día, un grupo de hombres armados asaltaron el vehículo y tomaron como rehenes a todos los ocupantes incluido el conductor y las hermanas. Se desconoce dónde han conducido el autobús con los pasajeros secuestrados.

«Este elevado número de secuestros llenan de tristeza y miedo al pueblo consagrado de Haití y a las almas de buena voluntad. Que el Espíritu dé fuerza a las hermanas de Santa Ana para que se encuentre una salida a esta situación terrible», reza el comunicado de la Conferencia Haitiana de Religiosos. Invita además a todos los cristianos de Haití a hacer una cadena de oración.

El obispo se ofrece en lugar de las religiosas

Según recoge Vatican News, también se ha pronunciado sobre la situación Pierre-André Dumas, obispo de Anse-à-Veau y Miragoâne, quien incluso se ha ofrecido como rehén en lugar de las religiosas. En un comunicado, el prelado condena «firme y enérgicamente este acto bárbaro, que ni siquiera respeta la dignidad de estas mujeres consagradas que se entregan de todo corazón a Dios para educar y formar a los jóvenes, los más pobres y vulnerables de nuestra sociedad».

El obispo también ha invitado a toda «la sociedad haitiana a unirse para formar una verdadera cadena de solidaridad en torno a todas las personas secuestradas en el país, para conseguir su liberación y garantizarles un regreso rápido y seguro con sus familias y seres queridos».

En los últimos cinco días, los enfrentamientos entre bandas armadas y contra la población se han intensificado en algunas zonas del país. En Puerto Príncipe, los habitantes del barrio de Solino tuvieron que levantar barricadas en las calles para protegerse de estos criminales que se han cebado especialmente con esta zona de la capital habitada por familias de policías y no distante de la sede de gobierno nacional. Según el diario haitiano Le Nouvelliste, esta última ola de violencia se ha saldado ya con una veintena de muertos.