Liberados dos de los 17 misioneros secuestrados en Haití

Liberados dos de los 17 misioneros secuestrados en Haití

Uno de los sacerdotes católicos secuestrados y liberados en abril ha enviado un mensaje de ánimo a las familias, y las anima a seguir rezando

María Martínez López
Haití
Protestas el 18 de octubre, durante una huelga general por la violencia en el país. Foto: CNS

Dos de los 17 misioneros evangélicos norteamericanos secuestrados hace más de un mes en Haití fueron puestos en libertad el domingo. La organización a la que pertenecen, Christian Aid Ministries, informó de que «están sanos y salvos, de buen humor y siendo atendidos». La entidad no daba ningún dato personal sobre quiénes habían sido liberados ni sobre cómo se había producido su puesta en libertad; y pedía información a quienes disponen de esta información.

En el grupo, hay doce adultos entre los 18 y los 48 años, además de cinco niños de 8 meses, y 3, 6, 13 y 15 años. 16 son estadounidenses, y uno canadiense. Un día después, este lunes, la entidad no ha ofrecido nuevos datos. Sí subrayaba que «mientras nos alegramos por los dos rehenes liberados el fin de semana, seguimos rezando por los 15 que siguen en cautividad» 38 días después.

El viernes pasado, la madre de una de las mujeres del grupo, secuestrada con sus dos hijos, se preguntaba: «¿Ha sido un mes así de largo alguna vez?». Después de ver pasar los primeros días, «cuando nuestras esperanzas estaban puestas en una respuesta y una liberación rápida», reconoce que le plantea dudas a Dios. Sin embargo, «mientras intentamos cavar con más profundidad para encontrar gracia y valor, encontramos algunas gemas brillantes que sin duda nos habríamos perdido» de no haberse producido esta situación. Sobre todo, citaba el apoyo de la comunidad cristiana y de la oración y el ayuno compartido.

800 secuestros en 2021

El secuestro, ocurrido el 16 de octubre, fue obra de la banda 400 Mazowo. Según informa AFP, reclamaban un millón de dólares de rescate por cada uno de los secuestrados. A finales de octubre, la Policía haitiana aseguró que tenía «pruebas de vida» de todos ellos. Con ayuda del FBI, la célula antisecuestro de la Policía Nacional haitiana lleva más de un mes negociando con los terroristas.

Haití se encuentra inmerso en una gran inestabilidad. Desde principios de año se han producido más de 800 secuestros para pedir un rescate, según el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos, con sede en Puerto Príncipe. Entre ellos, el perpetrado en abril, también por 400 Mawozo, contra siete religiosos católicos, cinco haitianos y dos franceses, y que se prolongó durante 20 días.

Uno de los sacerdotes haitianos protagonistas de este secuestro, Jean-Nicaisse Milien, ha animado estos días a las familias de los estadounidenses a que nunca pierdan la esperanza y a que sigan rezando. «Sé que la experiencia no es fácil», afirmó en declaraciones a El vocero de Puerto Rico. Fue de los últimos en ser liberados.

Una semana sin comida

«La última semana fue muy difícil», relató. En el tercer lugar donde los tuvieron retendios no había comida y apenas agua. De camino hacia allí, el jefe de la banda les dijo: «Aquí no tenemos comida, ni hospital, ni casa. Pero tenemos un cementerio». A pesar de todo, Millien siguió animando a sus compañeros: «Seguid rezando. Un día seremos libres». Finalmente, fueron puestos en libertad tras el pago de un rescate cuya cifra exacta no se conoce. El sacerdote pasó una semana en el hospital recuperándose. Hoy, sigue recibiendo ayuda psicológica. «Tenemos que hacer algo. El gobierno tiene que hacer algo porque no podemos seguir en esta situación».

La oleada de violencia en el país caribeño se prolonga desde hace tres años. Si en 2004 había en el país 34 bandas, según ha calculado el economista y activista Etzer Emile, hoy son 162. Se multiplicaron sobre todo a partir del levantamiento de julio de 2018 contra el aumento del precio del combustible y en protesta «por el despilfarro de los fondos multimillonarios de Petrocaribe, prestados por Venezuela», explicaban en julio a Alfa y Omega fuentes de Justicia y Paz.

Al mismo tiempo, estos grupos se volvieron más políticos, y además de robos o secuestros cometían delitos electorales, asesinatos políticos o secuestros contra opositores. La escalada de violencia llegó el 7 de julio al asesinato del presidente, Jovenel Moise. La situación se ha visto agravada por las secuelas del terremoto del pasado 14 de agosto, que dejó más de 2.000 muertos.