Seijinshiki - Alfa y Omega

El mes de enero se caracteriza en Japón por la celebración de la llegada a la edad adulta, con la ceremonia llamada seijinshiki. Es una tradición antigua que ha ido cambiando hasta hoy. La actual celebración comenzó después del final de la guerra. En el año 1949 se empezó a celebrar la llegada de la edad adulta a los 20 años, el segundo lunes de enero. Ese día los jóvenes de cada zona se visten con un kimono para esa ocasión. El de las chicas, con mangas largas que cuelgan, se llama furisode y es propio de las jóvenes solteras. Luego se reúnen en un lugar preparado por la ciudad para ello. Allí reciben un mensaje y una bendición para esta nueva etapa de la vida. Se los anima a vivir la juventud con plenitud y a ser adultos responsables dentro de la sociedad. Y se les hace un regalo.

La Iglesia también celebra esta bendición de los jóvenes que entran en la edad adulta. En un domingo cercano a la fecha, se invita a aquellos que cumplen 20 años, se reza por ellos y al final de la Misa se les da una bendición y un detalle de parte de la Iglesia. En mi parroquia, después de la Misa se hace una pequeña fiesta para ellos, con brindis y canciones que les dedican las señoras del coro o los niños de catequesis. Además, se les pide a ellos que digan unas palabras. Y, por supuesto, entre todos llevamos algo de comida rica para compartir.

Este año también ha sido especial para el seijinshiki. Cuando el coronavirus nos lo permita lo celebraremos y rezaremos con especial fuerza por el futuro de estos jóvenes, que son la esperanza, y para que esta situación les fortalezca. Les pido que nos unamos en oración por los jóvenes japoneses; por los cristianos, para que Dios les de la gracia de vivir el Evangelio con libertad y para que sean luz en esta sociedad, y por los que todavía no conocen a Jesús, para que de alguna manera puedan descubrir el verdadero valor de su vida en una sociedad donde, a pesar de tenerlo todo, muchas veces viven con mucha soledad y sin sentido para afrontar la vida. Por ellos ofrezco este nuevo año misionero a Jesús.