Aunque los colegios religiosos más conocidos y numerosos son los que pertenecen a congregaciones religiosas (Maristas, Agustinos, Salesianos, Concepcionistas…), hay otros que son católicos pero no de curas ni de monjas. Algunos de ellos pertenecen a movimientos o asociaciones, y otros, directamente, a las diócesis. Es el caso, en Madrid, de los colegios San Bernardo y María Cristina. El arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco, los visitó, la semana pasada. Los niños se habían preparado muy bien, y fue su coro el que cantó durante la Misa, en el de San Bernardo. El Evangelio que se leyó fue la historia de los Magos de Oriente (los Reyes Magos), y el cardenal explicó que «los Magos sabían muchas cosas, pero no habían llegado a Dios» todavía, aunque buscaban la verdad y se hacían preguntas sobre el origen y la meta de sus vidas. Por eso, cuando descubrieron la estrella, la siguieron hasta encontrar a Dios, «un Dios concreto», hecho niño, «que estaba al lado de su padre y su madre. Y la verdad hace que su corazón salte de alegría». Para muchas personas, la estrella de Belén puede ser, hoy, «todos los indicios que llevan a Cristo», y que un colegio católico se debe esforzar en enseñar a sus alumnos.