Sacerdote y víctima: «En la Iglesia no hay que minimizar ni esconder los abusos»

Sacerdote y víctima: «En la Iglesia no hay que minimizar ni esconder los abusos»

Policarpo Díaz, sacerdote de Salamanca, explicó a sus feligreses que se siente «frágil, enfermo del alma y muy vulnerable»

Álvaro Real Arévalo
Policarpo Díaz, sacerdote y víctima de abusos cuando era menor. Foto: La Gaceta de Salamanca

Policarpo Díaz, sacerdote de la diócesis de Salamanca que presentó una denuncia por un presunto delito de abusos sexuales cuando él era menor por parte de otro presbítero, acudió meses después a su antigua parroquia, la Purísima en Salamanca.

Según informa La Gaceta de Salamanca, el sacerdote víctima de abusos participó en la oración que tuvo lugar el 31 de agosto, presentó al nuevo párroco y explicó cómo está viviendo la situación: «Quedé marcado por un trauma que me hizo y me hace sufrir mucho».

En su intervención, Policarpo Díaz, que durante años fue vicario de Pastoral de la diócesis de Salamanca, ofreció más datos sobre cómo tomó la decisión de denunciar: «Fue en enero de 2022 en Roma, donde fui acompañando a José Luis Retana (obispo de Salamanca) a ver al Papa». Al volver, roto, no podía dormir: «Tenía el alma rota con taquicardias, arritmias, ansiedad, psicólogos y médicos. Empecé a contarlo y tomé la decisión de denunciar en la Pascua de 2022». El sacerdote finalmente realizó la denuncia en octubre de 2022 y el proceso se encuentra pendiente de respuesta por parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

«Le pedí permiso al obispo para ausentarme y se me concedió irme a León. Sigo concentrado en este proceso terapéutico. Debo seguir aislado de cualquier cosa para poder sanar», confirmaba en esa conversación con sus fieles.

De su declaración en la parroquia no salieron palabras de «crítica ácida» ni «traumas potentes». «El tema de abusos sexuales a menores es algo extremadamente doloroso en medio de nuestra Iglesia que no hay que minimizar ni esconder. No son trampas a la Iglesia. Son tan verdad que nos salpican e implican», afirmó el sacerdote y víctima de abusos cuando era menor.

La noticia, que se hizo pública este mes de agosto, contó con la rápida muestra de apoyo del obispo de Salamanca, José Luis Retana, que escribió una carta pastoral a sus diocesanos explicando que el proceso se encuentra abierto en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe y que se están siguiendo todos sus indicaciones: «Nuestra apuesta debe ser decidida por las víctimas».

En su visita a quienes fueron sus parroquianos, Policarpo Díaz quiso también presentar al que será su sustituto en la Purísima: «Acoged a Jorge García como nuevo párroco. Jorge no es mi rival, ni quien me ha quitado el puesto. Ni él ha descendido, ni yo he sido desterrado. Yo he salido a petición propia». También tuvo palabras de agradecimiento para los feligreses: «Agradezco haber sido testigo» de la boda de 200 parejas, «del bautizo de 298 niños. Ha sido un placer compartir el dolor de 182 familias en sus entierros. Hemos acompañado a más de 300 niños en la Primera Comunión. Y lo que no se cuenta, como las confesiones, los encuentros, los vulnerables, los enfermos que hemos ido a atender».