Díganme ahora, «a parte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?». Muy acertadamente se preguntaban nuestros admirados Monthy Python en La vida de Brian en qué cosas habían contribuido a la historia de la humanidad sus malvados opresores latinos. Pues bien, permítanme en esta sugerencia, queridos lectores, añadir una serie al no corto inventario de elementos que podríamos enumerar de ponernos a responder al interrogante monthypytiano: Roma, que podrán encontrar disponible en MAX y en Movistar Plus+.
Porque si bien Roma no la han producido los romanos, sino una colaboración entre la BBC, la HBO y la RAI, bien podría ser una creación de las mejores mentes del Imperio. Ambientada en esos años en los que la República se convirtió en Imperio, la serie es, sin lugar a dudas, una de las mejores que podemos ponernos en plataformas. Con un elenco de actores casi insuperable, entre los que destacan —a mi modo de ver— Ciarán Hinds en su papel de Julio César; Max Pirkins como Octavio Augusto; James Purefoy como un demasiado humano Marco Antonio y el difunto Ray Stevenson, como el legionario y piltrafa Tito Pullo, la serie oscila en sus 22 capítulos entre el esplendor y la decadencia, lo elevado y lo soez, la nobleza y la vileza.
Vean Roma durante este corto mes de febrero y comprendan por qué a algunos se nos pasa por la mente, al menos durante unos segundos al día, aquella gloria del Imperio romano. Ya lo dejó claro La guerra de las galaxias: para restablecer el orden, un buen imperio a tiempo es mano de santo.