Roma ya tiene su Monumento a la Vida
El escultor canadiense Timothy Schmalz inaugura su nueva obra en la iglesia de San Marcelo. «Ser cristiano comprende creer en la dignidad de todas las vidas, sean pequeñas o grandes, sean ancianos o niños»
El presidente de la Pontificia Academia para la Vida del Vaticano, Vincenzo Paglia, bendijo el domingo en Roma el Monumento a la Vida, una escultura del artista canadiense Timothy Schmalz que representa una Virgen con un Niño no nacido en su seno, y que pretende celebrar la vida a través de la belleza.
«Mi pretensión con esta obra es utilizar la belleza para mostrar que toda vida es sagrada, más allá de cualquier confrontación», asegura a Alfa y Omega el artista canadiense, autor de una sugestiva obra escultórica en la que aúna lo mejor de su técnica y de la tradición espiritual católica.
Su Monumento a la Vida se puede visitar ya en la romana iglesia de San Marcelo, y una copia se podrá ver a partir de la próxima semana en las calles de Washington. «Creo que el arte es poderoso, y que muchas veces una imagen puede comunicar más que muchas palabras», señala.
Esta nueva obra se añade a otras como Jesús mendigo, que ha sido instalada en numerosas ciudades del mundo, o la escultura dedicada a los migrantes que se puede admirar en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Ahora, quien se acerque a San Marcelo o pasee por las calles de Washington «podrá llevarse a casa la idea de que la Iglesia católica defiende que toda vida es sagrada», afirma Schmalz.
Para el canadiense, «tener una escultura provida en Roma, el centro del catolicismo en el mundo, supone mostrar que parte del ser cristiano comprende creer en la dignidad de todas las vidas, sean pequeñas o grandes, sean ancianos o niños».