Roma reza por Ucrania 90 años después del Holodomor - Alfa y Omega

Roma reza por Ucrania 90 años después del Holodomor

La Embajada de Ucrania ante la Santa Sede y la Soberana Orden de Malta celebraron el 23 de noviembre una Misa por los diez millones de ucranianos fallecidos por hambruna durante el régimen de Stalin

Rodrigo Moreno Quicios
Fieles durante la Eucaristía
Fieles durante la Eucaristía. Foto: Vatican News.

En memoria de las víctimas del «genocidio por hambruna» que Ucrania sufrió entre 1932 y 1933, más conocido como Holodomor, la basílica romana de Sant’Andrea della Valle celebró una Misa en la tarde del 23 de noviembre. La presidió el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, junto al recientemente creado cardenal y prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, Claudio Gugerotti, así como el exarca de la Iglesia grecocatólica ucraniana en Italia, Dionisio Lakhovycz. Juntos rezaron por los diez millones de ucranianos fallecidos por hambre hace 90 años durante el régimen soviético de Stalin y también por el fin de «la despiadada guerra en curso» iniciada por Rusia hace más de 600 días.

«Cada vez que el hombre pretende erigirse en jefe de la historia, usurpándole a Dios el puesto de Señor de la historia, acaba sembrando la muerte», declaró Parolin durante su homilía. Según el cardenal «las fuerzas del mal encuentran en la persecución, sobre todo en la religiosa, una de sus formas de manifestarse». Y denunció a los líderes políticos que, en vez de ponerse «al servicio del bien común», atacan a sus propios compatriotas y «tratan de imponerse a las conciencias de los ciudadanos, discriminando a quienes siguen tradiciones y costumbres que no son compatibles con su propio proyecto de sociedad».

El Evangelio parece «un parte de guerra»

El cardenal italiano lamentó que tales episodios «no han faltado tampoco en el camino histórico del pueblo ucraniano, el cual ha conocido y sigue conociendo páginas terribles de opresión y sufrimiento como la que hoy estamos recordando». Pietro Parolin también destacó cómo el Evangelio del día, en el que Jesús llora por Jerusalén, era muy actual debido al clima bélico en el mundo y parecía «un parte de guerra contemporáneo». El número 2 del Vaticano señaló además cómo, al igual que en este pasaje de la Biblia, Ucrania está sufriendo «días en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra». Advirtió de que «la enorme destrucción del país se teme que sea aún mayor y más funesta en los próximos meses de invierno».

Aunque el escenario dibujado por el secretario de Estado era gris e implica «que la propia fe se someta a una dura prueba», al mismo tiempo sembró esperanza al insistir en que «la omnipotencia de Dios se manifiesta en la capacidad de conducir la historia respetando la libertad humana, también cuando esta no es conforme a sus propios pensamientos ni a su voluntad». Parolin explicó cómo esta libertad permite estar «firmes en la fe, fuertes en el sufrimiento y abiertos al don de la paz que viene de Dios». Y concluyó su sermón subrayando que «quien se fía de Dios, sobre todo en las tribulaciones», y no cede «a la tentación de la venganza ni al odio que genera más odio, se convierte en cooperador de Dios en la construcción de la paz».

Esta celebración eucarística por los 90 años del Holodomor fue convocada por la Embajada de Ucrania ante la Santa Sede y la Soberana Orden de Malta. En cada plaza de los bancos de la basílica de Sant’Andrea della Valle, los organizadores habían colocado una espiga de trigo y un lazo azul y amarillo en memoria de los fallecidos por inanición en Ucrania.