Recelos en Ucrania por la declaración de Francisco y Cirilo - Alfa y Omega

Recelos en Ucrania por la declaración de Francisco y Cirilo

María Martínez López
Francisco charla con Cirilo, bajo la mirada del metropolita Hilarión (derecha). Foto: CNS

La Iglesia grecocatólica de Ucrania ha recibido con aprensión la declaración conjunta de Francisco y Cirilo, que dedica tres párrafos a este país. «Cuando el Vaticano y Moscú organizan encuentros y firman textos, es difícil esperar algo bueno», ha declarado a su web oficial el arzobispo mayor de Kiev, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk. El primado ucranio cree que la declaración «en general es positiva», pero sobre Ucrania «plantea más preguntas que respuestas».

Shevchuk ve elementos muy positivos en el documento. De entrada, la declaración conjunta reconoce que esta Iglesia, llamada despectivamente uniata por los rusos, «tiene derecho a existir». El arzobispo ve también «alentador» que se pida «la reconciliación y la búsqueda de fórmulas de convivencia mutuamente aceptables» entre grecocatólicos y ortodoxos. E incluso comprende la afirmación: «Es obvio que el método de “la unión” de los siglos pasados, que implica la unidad de una comunidad con la otra a costa de la separación de su Iglesia, no es la manera de restaurar la unidad». Los greco-católicos ucranios regresaron a la comunión con Roma en 1596, pero sería inimaginable que la Santa Sede actuara hoy de forma similar sin la aceptación de Moscú.

Los mayores recelos se refieren al párrafo sobre el «enfrentamiento en Ucrania». Shevchuk ve demasiada equidistancia en el «llamamiento a todas las partes del conflicto a tener prudencia» y a «trabajar activamente» para la paz. Esto «parece sugerir que tenemos un conflicto civil más que una agresión externa por un Estado vecino», Rusia. Y añade que «las Iglesias en Ucrania nunca apoyaron la guerra y trabajaron constantemente por la paz», contra lo que afirma el Patriarcado de Moscú.

El arzobispo mayor comprende que algunos fieles se sientan «traicionados», pero les pide no «dramatizar» ni «exagerar». «La comunión con el Sucesor de Pedro» no depende de «acuerdos políticos», sino que «es una cuestión de nuestra fe», por la que «los mártires de nuestra Iglesia dieron su vida en el siglo XX».

Bastante distinta es la interpretación del metropolita Hilarión, redactor de la declaración por parte del Patriarcado de Moscú. En una entrevista a la web ortodoxa Pravoslavie i mir, el responsable de Relaciones Exteriores de la Iglesia ortodoxa rusa afirma que «reconocer el error del uniatismo no es suficiente». Sus efectos «se hacen sentir todavía» como «una herida abierta», por ejemplo en la actitud «agresiva» de los grecocatólicos ucranianos.

Hilarión destaca también el punto 27 de la declaración, que insta la superación de la división entre los ortodoxos ucranianos «sobre la base de las normas canónicas existentes». Es una alusión al cisma, ocurrido en los años 90, cuando el autoproclamado Patriarcado de Kiev se desgajó de Moscú. Con el documento firmado el viernes en la mano, el número 2 de la Ortodoxia rusa destaca que «el Papa ha afirmado claramente que considera al patriarca de Moscú como la única autoridad canónica de todos los ortodoxos rusos», una controversia interna que tendrá que abordar el Sínodo panortodoxo de junio en Creta.