¿Qué haces con el joven que estrelló a tres novias en su coche? - Alfa y Omega

¿Qué haces con el joven que estrelló a tres novias en su coche?

El director de la DGT y el guardia civil responsable de Tráfico en Orense compartieron su preocupación por víctimas y reincidentes en un encuentro de la CEE

María Martínez López
Navarro ha liderado la DGT de 2004 a 2012 y desde 2018. Foto: DGT.

Atender a la víctima hasta que llega la ambulancia, recoger pruebas y preparar el atestado. Desde hace 25 años, esta era la rutina del guardia civil Juan Carlos Nogueiras, teniente jefe del destacamento de Tráfico de Orense, después de cada accidente. Luego, «nuestro trabajo finaliza». O no. El año pasado, en el Máster de Seguridad Vial y Tráfico de la DGT y la Universidad Carlos III, investigó sobre los infractores reincidentes. Visitó a presos condenados por acumulación de delitos contra la seguridad vial, y los cursos para recuperar los puntos. Propuso «intensificar los programas específicos» que ya existen, y «crear equipos de investigación» para detectar antes a quienes pueden tener este perfil.

Pero Nogueiras no olvidó a las víctimas. Entrevistó a la madre de una joven que quedó en estado crítico en 2012 al caer a un cauce seco en el coche de su novio, que recorría las carreteras gallegas como si estuviera en un rally. Al llegar al hospital —fueron ellos los que le llamaron diciendo que era posible que su hija no sobreviviera a la noche—, el joven «les insultó y amenazó» antes de desaparecer. Luego supieron que le había ocurrido algo parecido con otra chica, y después de recuperar el carnet de conducir, con una tercera. Él siempre salía ileso.

La chica sobrevivió, pero con un daño cerebral que la ha dejado anclada en los 5 años. La atención que requería hizo que «el matrimonio de los padres pendiera de un hilo», y que otro hijo, de 15 años, acabara cayendo en las drogas. Aunque ahora están bien, para Nogueiras es una muestra de cómo «en torno a cada víctima hay más personas que sufren». Al conocer casos así, ha empezado «a dar un paso más allá» del deber e intentar estar en contacto con las víctimas «para saber qué es de su vida».

De esta experiencia ha hablado en las Jornadas de Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal Española, que concluyen este jueves en Orense. Las inauguró, el pasado martes, Pere Navarro, responsable de la DGT. En declaraciones a Alfa y Omega, explica que para atajar los casos de reincidentes como el que relata Nogueiras se creó en 2006 el permiso por puntos. El objetivo era «sacarlos de la carretera» unos meses y que «tuvieran que pasar por cursos de sensibilización». Atribuye a este cambio el descenso de los 136 muertos en accidentes por millón de habitantes antes de su implantación a los 37 actuales.

Navarro participó en el encuentro para agradecer la labor del padre José Aumente, responsable de este departamento de la CEE. «En especial su trabajo con los profesionales de la carretera» y la Misa anual por las víctimas de accidentes. Quiso subrayar además cómo el mensaje de la Iglesia coincide con valores de la seguridad vial como la conciencia de que vivimos en comunidad, «pensar en los demás» y asumir una «responsabilidad compartida, sin esperar a que el Gobierno lo resuelva todo».

Otro elemento compartido clave es «la importancia de las víctimas». «Hay que colocarlas en el centro» y darles voz; además, «tienen mucha credibilidad». Participan en los actos que organiza la DGT, e incluso a veces «están en los controles de carretera» para dar testimonio. «Una madre cuyo hijo murió atropellado me decía que lo único que daba sentido ya a su vida era trabajar para que nadie pasara nunca más por eso».

¿Quién cuida a los agentes?

Sin embargo, Juan Carlos Nogueiras lamenta que «prácticamente hayan desaparecido» las unidades de Atención a las Víctimas de Accidentes de Tráfico que la DGT creó en 2013. También echa de menos «un servicio específico» de acompañamiento a los profesionales cuando son testigos de siniestros especialmente duros, como con fallecimientos múltiples o de bebés. «Hay que saber desconectar», reconoce, pero no siempre es posible y estos casos «son como un gota a gota» que puede llegar a desbordarles.

Más allá de este ámbito, en el encuentro de la CEE Navarro profundizó en algunas de las prioridades de la DGT. La primera es la formación. La nueva ley de educación, por ejemplo, incluye la seguridad vial en Educación Física, y se ha creado un título de formación profesional. También apuestan por la «movilidad segura», que suma a la seguridad vial elementos como la promoción del transporte público, mucho más seguro. Y cree que es un gran avance el uso de las nuevas tecnologías para informar a los conductores de las incidencias.