Policía y delegado de Pastoral de la Carretera: «Si hay que llorar con las víctimas, lloramos» - Alfa y Omega

Policía y delegado de Pastoral de la Carretera: «Si hay que llorar con las víctimas, lloramos»

La Iglesia celebra este lunes la Jornada Enjugar las lágrimas, para acompañar a las familias de víctimas de accidentes de tráfico

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto cedida por Fernando Castro

«Cuando tenía 3 años perdí a mi padre en un accidente de tráfico, y ese fue un hecho que marcó mi vida y la de mi familia para siempre», afirma Fernando Castro, un policía local de Verín (Orense) que hoy es también delegado de Pastoral de la Carretera de la diócesis gallega.

Su historia personal fue el motivo que le llevó a formarse desde pequeño en temas de seguridad vial. «Siempre he tenido mucha inquietud y por eso entré en la Policía. También me formé como educador vial y he dado charlas en colegios y parroquias», hasta el punto de que su labor ha obtenido varios reconocimientos nacionales e internacionales.

En el año 2018 el obispo de Orense, Leonardo Lemos, conocedor de las circunstancias de Castro, le propuso ser el responsable del departamento de Pastoral de la Carretera, ante lo que hoy, este laico, casado y padre de dos hijos, se muestra «encantado de que los laicos podamos ofrecer nuestro granito de arena».

Entre sus aportaciones está la organización cada 31 de mayo, fiesta de la Visitación de la Virgen, de la jornada Enjugar las lágrimas­ –complementaria de la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico que se celebra a principios de julio–, un día para ofrecer «oración y sensibilización» ante esta realidad que tantas personas y familias sufren.

«Lo que queremos es mostrar la cercanía de la Iglesia hacia las víctimas de los accidentes de tráfico, porque la gente sufre mucho», asegura el delegado. Por eso, cada vez que tiene noticia de un accidente en su diócesis, «intento ir a dar el pésame a la familia acompañado de un sacerdote».

«Como yo lo viví, sé qué necesitan y cómo se puede llegar a ellos», continúa el delegado. Reconoce que es un momento «complicado», porque hay «un dolor enorme» ante el que hay que mostrar «mucho respeto y también mucha cercanía». «Y si hay que llorar se llora. ¿Por qué no vamos a hacerlo? Hay que estar ahí, hacernos presentes y rezar con ellos, porque es Dios el que nos puede ayudar a salir de ese dolor».

Cuidado con este verano

En la conversación con Fernando Castro sale a la luz el inquietante panorama que se presenta este verano en las carreteras españolas, pues «ahora que remite la pandemia tenemos que recordar más que nunca nuestra responsabilidad al conducir», asevera. «Y aquí tenemos que ser responsables todos, los transportistas, los que se van de vacaciones, los repartidores, todos…», añade.