Poty: «Harían falta más sacerdotes como don Carlos Osoro» - Alfa y Omega

Poty: «Harían falta más sacerdotes como don Carlos Osoro»

El famoso coreógrafo cántabro apadrina el juego ¿Cómo era entonces?, de la editorial Familiam, que aspira a ayudar a las familias a rememorar sus anécdotas más entrañables

José Calderero de Aldecoa
Poty, junto a su hija, jugando a ¿Cómo era entonces?. Foto: Editorial Familiam

Durante buena parte del curso pasado el Papa dedicó las catequesis de la audiencia general de los miércoles a lo que él mismo llamó la «alianza entre generaciones». Según Francisco, es necesario un «coloquio entre los ancianos y los jóvenes». Los primeros debían soñar y, los segundos, recibir esos sueños y llevarlos a término. De lo contrario, «si los abuelos se repliegan en sus melancolías», más que en sus sueños, «los jóvenes se encorvarán aún más en su smartphone».

Algo similar es lo que propone la editorial Familiam con el juego ¿Cómo era entonces?, que busca ayudar a las familias a rememorar los momento más bonitos de la propia historia familiar. El juego incluye tarjetas con fotos vintage con las que se invita a que los participantes cuenten historias relacionadas con esas imágenes y recuerden las viejas anécdotas del pasado. «Este juego es una oportunidad de conocer mejor a los miembros de la familia y de pasar más tiempo con ellos», reconoce el artista Poty Castillo, que intervino en la primera etapa de Operación Triunfo y apadrina el proyecto. «Pueden jugar desde los niños hasta los abuelos, lo que permite conectar generaciones y recuperar algo que nosotros sí disfrutábamos cuando éramos pequeños: las historias de los mayores», dice el famoso coreógrafo.

Foto: Editorial Familiam

Cuando él mismo bucea en su pasado, siempre se acuerda de las meriendas en su Cantabria natal. «No se perdonaban por nada ni por nadie. Y como muchas veces solía llover, aprovechábamos para tener un rato de tertulia o para jugar a algo todos juntos», rememora en conversación con Alfa y Omega, al mismo tiempo que confiesa que él siempre ha sido «súper casero. Somos una familias numerosa y todos éramos muy madreros y muy padreros».

Hoy la situación ha cambiado. «Se ha perdido todo eso. Ahora, mi hija agarra el móvil». Por eso, ¿Cómo era entonces? «me parece un juego delicioso que ayuda a recuperar esos momentos tan felices que muchos hemos tenido», asegura. «Está muy chulo. Se reparten cinco cartas a cada jugador. Entonces, se da la vuelta a una de ellas y aparece, por ejemplo, una cabina de teléfono. “Abuela, ¿eso qué es?”. “Antes no había móviles y si querías llamar tenías que ir a la calle y echar unas monedas para poder hablar”…».

El grupo de espeleología

Además de las meriendas, en la infancia de Poty también aparece el cardenal Carlos Osoro, «el gran don Carlos», puntualiza el coreógrafo. «Era nuestro párroco, un chaval joven recién salido del seminario. Y fundó un club social, la pajarera, en el que yo me lo pasé muy bien. Había muy buen rollo. Nos reuníamos a tocar la guitarra, nos íbamos de campamento e incluso había un grupo de espeleología del que yo participaba».

Pero no todo son recuerdos bonitos. «Era la época dura de la droga y Cantabria, como puerto de mar, era la puerta de entrada. ¡Cantidad de juventud se quedó por el camino!», lamenta Poty. Sin embargo, «don Carlos estuvo ahí como un coloso, que lo sigue siendo, tratando de tirar de la juventud hacia arriba».

Por todo ello, «le tengo un cariño muy especial. Hace poco le vi en un encuentro con artistas y estaba como siempre. Hablamos de todo, sin tapujos. Tiene una grandeza increíble. Yo diría que hacen falta más sacerdotes como él», concluye.