¿Por qué debería un católico votar a tu partido? - Alfa y Omega

¿Por qué debería un católico votar a tu partido?

Redacción
Foto: AFP Photo/César Manso

Sus caras no son conocidas, su voz no ha sonado en ningún mitin, y tampoco han participado en ninguno de los debates que han emitido las televisiones. Y sin embargo, sin personas como Rodrigo Ciprés, Juan Carlos González, Jorge Arroyo o Luis Ángel Aguilar, los cuatro grandes partidos que se disputan la mayoría del arco parlamentario no habrían llegado a donde están. Porque Rodrigo, Juan Carlos, Jorge y Luis Ángel son militantes de base que dan gratis su tiempo y su esfuerzo para participar en la vida política a través del Partido Popular, el PSOE, Ciudadanos y Podemos. Y todos ellos se reconocen «católicos, apostólicos y romanos».

Su entusiasta militancia contrasta con la «orfandad política» que siente una mayoría de votantes católicos españoles, decepcionados porque ninguno de los grandes partidos concurran al 20D defendiendo los valores que se derivan de la doctrina social de la Iglesia. Alfa y Omega les ha lanzado estas cuatro preguntas sobre sus motivaciones y sus conflictos de conciencia ante las elecciones del domingo:

  1. ¿Qué te ilusiona, como católico, para militar en tu partido?
  2. ¿Qué conflictos encuentras entre tu fe y lo que propone tu partido?
  3. ¿Comprendes que haya católicos con serias reservas a la hora de votar a un partido como el tuyo?
  4. ¿Por qué debería un católico votar a tu partido el 20D?

José Antonio Méndez
José Calderero @jcalderero

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Rodrigo Ciprés militante del Partido Popular

Foto: José Antonio Méndez

Mi vocación nace de una inquietud de servicio que siempre he tenido. Trato de que Dios ilumine todas mis inquietudes y de ser testigo convincente del Evangelio en mi familia, la universidad, el PP… También ha influido el buen ejemplo de políticos católicos en los que veo un modelo de servicio, como Antonio González Terol o Alberto Sanjuan. Seas o no católico, es imposible estar de acuerdo al 100 % con un partido. No obstante, la Iglesia propone cuatro principios innegociables para los políticos: respetar y defender la vida humana; proteger a la familia; la libertad de educación de los hijos, y la promoción del bien común en todas sus formas. Creo que hoy el PP es el partido que más los defiende, y que genera condiciones para defender la vida y la familia, como la creación de empleo y mejorar la economía. Aunque alguno, como el del aborto, no lo ha abordado lo suficiente: eso es lo que más me incomoda y lo que más intento cambiar desde dentro, generando conciencia del valor de la vida humana. Por supuesto. Pero también hay que ser realistas y autocríticos: no toda la sociedad está de acuerdo con lo que propone la Iglesia, y un partido debe gobernar para todos. Lo que tenemos que hacer los católicos es evangelizar para ir cambiando la sociedad, no solo confiar en un Gobierno. Un católico es libre de votar a quien quiera, pero votar al PP es mejor que hacerlo a opciones minoritarias que defiendan más los cuatro principios citados; y mejor que no votar, porque eso puede dar el gobierno a partidos que se alejen más de esos principios e incuso ataquen a la Iglesia.

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Juan Carlos González militante del PSOE

Foto: José Calderero

Me ilusiona que el PSOE tenga como referente ser una herramienta para que los más débiles, los más pobres, dejen de serlo, que puedan tener una vida más digna, más cercana a lo que yo entiendo como Reino de Dios. Los momentos más complejos que me toca vivir son cuando se absolutiza una de las partes en ese necesario diálogo entre fe y razón. Es complicado cuando se intenta proponer el progreso solamente desde la razón. No lo entiendo. Un católico tiene que tener como referencia a un partido que busca gestionar lo mejor posible el bien común, y ese para mí es el PSOE. En la cuestión del aborto, nadie quiere que haya abortos pero los hay. No podemos meter a nadie en la cárcel. Habrá que regularlo para que se garantice la libertad de actuación y conciencia. Yo como católico no abortaría, pero hay personas diferentes. En cuanto a la clase de Religión, pienso que donde hay que transmitir la fe es en casa y en las comunidades. Y ese es el gran reto que tenemos los católicos. No es tarea del Estado. Lo que sí pienso es que la escuela debe ser un lugar de aprendizaje del hecho religioso, que tenga un reconocimiento académico, que sea evaluable. Así lo razonamos ante la dirección del PSOE y su reacción fue positiva. El horizonte del programa es que aquella persona que tiene unas circunstancias de vida difíciles tenga más posibilidades para mejorar su situación. Otra cosa importante es que este país tiene que superar una circunstancia histórica muy conflictiva, muy dura. Y hay una propuesta de desarrollo de la memoria histórica en torno al Valle de los Caídos.

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Jorge Arroyo militante de Ciudadanos

Foto: Archivo personal de Jorge Arroyo

Porque quería ser parte activa en el cambio de un país que necesita regenerarse. Para mí, prima desmantelar las redes clientelares del bipartidismo: eliminar el Senado y las diputaciones; elaborar una ley electoral justa; despolitizar la Justicia, el Tribunal de Cuentas, etc. En los partidos nuevos hay una gran oportunidad de que tu voz se escuche y me parece muy necesario que los cristianos estemos presentes. Una cosa es gobernar para todos, cristianos o no, y otra el respeto a mi conciencia y a mi identidad cristiana, a la que no renuncio. Por ejemplo, no es lo mismo un partido proabortista que otro que no censure el aborto pero promueva políticas de ayuda a embarazadas y la educación entre adolescentes. No veo tantas diferencias entre C’s y la Iglesia: soy partidario de que los cristianos sufraguemos los gastos de la Iglesia, y de pedirle lo mismo a los sindicatos; veo contraproducente que nos obcequemos en hacer obligatoria la presencia de la Religión en las aulas, con profesores que a veces ni transmiten bien nuestros valores… Lo entiendo perfectamente, porque yo mismo soy crítico con algunas de sus posturas. Pero animo a esas personas a que no solo voten a C’s, sino que además se afilien para construir un partido en el que puedan reflejar sus ideas. En C’s hay mucho campo para introducir matices en su ideario. Porque es el único partido con posibilidad de Gobierno desde el consenso. Hace falta sacudir poltronas y que entre gente con ganas de trabajar para todos y no para su partido.

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Luis Ángel Aguilar militante de Podemos

Foto: Archivo personal de Luis Ángel Aguilar

Lo que más me ilusiona de Podemos es que ha recogido ese aire de indignación del 15M y lo ha canalizado políticamente para tratar de que, desde las instituciones, se pueda mejorar la calidad de vida. La opción por los pobres siempre ha sido el leitmotiv de mi compromiso sociopolítico. No me incomoda nada, más allá de la dualidad que te obliga a elegir a veces ser más pragmático por encima de pequeñas utopías por las que siempre nos hemos movido. Yo soy progresista. Soy católico, apostólico y romano, estoy en una comunidad cristiana de base, y hace ya 25 años publicamos un manifiesto a favor de la despenalización del aborto. Para nada. Yo siempre pensé, te voy a decir una barbaridad para algunos, que los verdaderos valores del socialismo y del comunismo son casi sinónimos del Reino de Dios, una sociedad en que todos tienen los mismos derechos, donde no hay injusticias y donde la libertad es reconocida. Sé por dónde va la pregunta y puede haber personas, católicos preconciliares o de ciertos movimientos, que sí estén a disgusto, y no en todos los casos, con algún punto del programa, pero católicos de esos no hay en Podemos. Daría un montón de razones. Todo el programa está plagado de defensa de los derechos humanos, de erradicación de la pobreza, de eliminación de injusticias, de paralización de desahucios, de la primacía de las personas frente a la economía. Está la denuncia de las corrupciones y privilegios, incluidos los que están vigentes hacia nuestra querida Iglesia católica. En definitiva, la lucha por un modelo de país donde quepamos todos y todas.

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