Plasencia: Apertura de la causa de canonización de los mártires de la persecución religiosa del siglo XX
Este 23 de mayo, se abre en Plasencia la causa de canonización de los mártires de la persecución de los años 30. El obispo, monseñor Amadeo Rodríguez, lo anunciaba así, en una carta dirigida al clero de la diócesis
Hermanos sacerdotes:
Os escribo en esta ocasión para compartir con todos vosotros lo que me parece una gran noticia. Aunque seguramente a muchos os coja por sorpresa, me es grato comunicaros que, tras haber trabajado en los últimos años en la recogida de documentación sobre la muerte martirial de algunos de nuestros hermanos sacerdotes diocesanos en la persecución religiosa en España del siglo XX, el próximo día 23 de mayo, a las 11 de la mañana, abriremos solemnemente la causa de canonización en la Catedral de Plasencia.
Con el nombre genérico de Benedicto Teodoro Barbero Bermejo y compañeros, que son los otros que le acompañan, abriremos el proceso diocesano de diecinueve sacerdotes que perdieron la vida por su condición de cristianos y de ministros ordenados. Todos murieron en el ejercicio de su ministerio en diversas parroquias de nuestra diócesis. Queremos vivir ese día y ese hecho con memoria agradecida a todos ellos por su testimonio martirial y a Dios nuestro Señor porque nos ha dado el don de la fe, que nos permite encontrarle sentido a dar la vida en plena identificación con Cristo crucificado. Recordándoles a ellos recordaremos que «el martirio es el signo más auténtico de la Iglesia de Jesucristo: una Iglesia formada por hombres, frágiles y pecadores, pero que saben dar testimonio de su fe vigorosa y de su amor incondicional a Jesucristo, anteponiéndolo incluso a la propia vida».
En el acto al que os invito queremos poner de relieve la verdad de la vida y de la muerte de algunos hermanos en el presbiterio que nos precedieron en el servicio al pueblo de Dios que camina en la Diócesis de Plasencia. Consistirá en una sesión jurídica y en una misa de acción de gracias al Señor. Os animo a participar como un gesto de especial fraternidad, ya que los sacerdotes somos quienes tenemos una vinculación espiritual más directa e íntima con ellos en virtud de nuestra ordenación, y por tanto, de nuestra pertenencia al presbiterio.
Con todo mi afecto para todos.