Piden al Gobierno que presione a Colombia para que proteja a los activistas sociales - Alfa y Omega

Piden al Gobierno que presione a Colombia para que proteja a los activistas sociales

Amnistía Internacional ha puesto el foco en Jani Silva, líder campesina de Putumayo, amenazada por enfrentarse a empresas petroleras

María Martínez López
Jani ha tenido que dejar su casa para protegerse. Foto: Amnistía Internacional / Eduali Pirela

Amnistía Internacional quiere aprovechar la visita del presidente de Colombia, Iván Duque, esta semana a España para llamar la atención sobre el peligro que corren los activistas que defienden los derechos de los pueblos indígenas y el Amazonas. En particular, han pedido al Gobierno español que traslade a Duque su preocupación por Jani Silva, amenazada de muerte por su activismo.

Silva, originaria de la región del Putumayo, es cofundadora de la Asociación para el Desarrollo Integral y Sostenible de la Perla Amazónica (ADISPA). Crearon esta entidad en 2008 para intentar proteger la reserva campesina del mismo nombre, en la que viven 700 familias. La principal amenaza a la que se enfrentan es la acción de empresas petrolíferas: Ecopetrol desde 2006, y a partir de 2009 Amerisur. En estos años, al menos dos derrames de petróleo han envenenado las fuentes de agua de las que dependen las comunidades locales.

«Nuestra comunidad ya no tiene agua potable. Estamos pendiente de que caiga un aguacero para poder recoger el agua», explicaba la misma Silva en una carta abierta hecha pública en diciembre. Además, «los grupos armados presentes en la región quieren controlar nuestros cultivos, nuestra tierra y nuestra comunidad».

Es insostenible, denunciaba, «ir pensando en arrasar todo, ni en llenar nuestro territorio de palma o arroz. Nuestros suelos son diversos y no están para llenarnos de monocultivos». Explicaba también que no solo luchan por su entorno, sino que sienten «una responsabilidad muy grande sobre nuestros hombros, porque todo el mundo respira el oxígeno que producen nuestros bosques».

Planes para matarla

El compromiso de Silva no le ha salido gratis. Personas armadas la han seguido e intimidado en varias ocasiones. Y, en abril pasado, un miembro del grupo armado local Comando de la Frontera confesó que, con apoyo del sector político, económico y militar, tenían planes para atacarla.

Silva es consciente del peligro que corre, en un país en el que desde enero la ONU ha recibido quejas de 143 asesinatos de líderes sociales. «Porque defiendo mi territorio, la gente me ha puesto una pistola en la cabeza para matarme», suele decir ella. «Sin embargo, me quedo porque no podemos huir o dejarnos ganar por el miedo».

Según recoge la Comisión Intereclesial Justicia y Paz de Colombia, en 2018 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) decretó medidas cautelares para proteger a Silva. A pesar de ello, la entidad colombiana encargada de implementarlas, la Unidad Nacional de Protección (UNP), puso fin a algunas de las medidas en diciembre de 2020, solo para retomarlas luego.

«Falta de voluntad política»

«Nos preocupa profundamente la falta de consistencia y voluntad política en proteger a los defensores de los derechos humanos», subraya este organismo a través de su Laboratorio de Rendición de Cuentas Empresarial para una Paz Sostenible.

La campaña de Amnistía Internacional se suma a otras protestas que se han producido antes de la visita de Duque, que llegó a España el jueves y permanecerá aquí hasta el sábado. El domingo pasado, 200 personas, sobre todo colombianos residentes en España, se manifestaron contra su presencia por la represión de la movilización social de hace unos meses en el país. Se ha criticado también que, estando la Feria del Libro dedicada a Colombia, se haya excluido de la lista de autores presentes a algunos de los más célebres escritores colombianos por ser críticos con Duque, informa Efe.