Philippe Vansteenkiste: «La frustración de los jóvenes puede llevar a su radicalización»

El 22 de marzo de 2016 perdió a su hermana Fabienne en los atentados de Bruselas. ¿Cómo recuerda ese día?
Puedo recordar cada detalle como si acabara de suceder, pero por otro lado siento que ha pasado una eternidad. Aquello dejó cicatrices que no se pueden quitar. Las emociones cálidas y encantadoras que me transmitía mi hermana, quien también era mi mejor amiga, se están desvaneciendo demasiado rápido. Lo que más echo de menos es el sonido de su voz, y tengo miedo de olvidarlo en el futuro. Supongo que muchas personas que perdieron a un ser querido deben sentir lo mismo. Debemos de aceptar que esto es parte de la vida. La muerte nos acecha a todos en algún momento. Simplemente no estamos preparados para ello, lo que es una pena. Vivimos en una sociedad demasiado hipócrita, donde las dificultades de la vida parece que han de permanecer ocultas. Si pudiéramos hablar más abiertamente sobre la muerte no solo estaríamos mejor preparados para ella, sino que también viviríamos más intensamente.

¿Por qué decidió fundar la asociación V-Europe? ¿Qué vacío vino a cubrir?
Para decirlo sin rodeos: había un sentimiento de injusticia que no podía aceptar. Después de aquel día esperaba que me contactaran de manera proactiva para recibir el apoyo adecuado, reintegrarme lo mejor posible a la sociedad y recuperar la dignidad. En cambio, lo que sentí fue negligencia. No podía entender por qué no nos trataron adecuadamente. Fue una frustración que agravó la victimización.

¿Cree que las víctimas del terrorismo en Europa no están recibiendo todo el apoyo que necesitan por parte de la sociedad y de los Estados?
Este es un asunto muy complejo. Cada país tiene leyes y enfoques diferentes, y es triste que no podamos tener un acercamiento único. Debemos entender que la ayuda a las víctimas del terrorismo debe ser eficaz y rápida. Si pasan los años, eso crea frustraciones en ellas, con el riesgo de que pueden volver su ira hacia el Estado y así tener una fractura en nuestra sociedad, que es, de hecho, lo que buscan los terroristas. En este sentido, España es el país modelo por excelencia en el trato a las víctimas. Todos los estados de la UE deberían aprender de España, no solo en el aspecto técnico, sino en el abordaje ético y deontológico de las víctimas.

Usted ha visitado prisiones en Europa para conocer a jóvenes terroristas. ¿Por qué?
No solo he visitado prisiones en nuestro continente, sino que también me he entrevistado con combatientes extranjeros del ISIS en Oriente Medio, para poder entender mejor sus motivaciones. No hay una línea o tendencia clara que pueda explicarse en una breve descripción. Algunas personas dicen que ya no encontraban esperanza, pero también conoces a personas con antecedentes similares que se convirtieron en policías y defensores de nuestra sociedad.

¿No hay algún elemento común que ayude a la radicalización ideológica?
Lamentablemente, esto no es una ciencia exacta. La radicalización puede encontrar sus fuentes en la política, la situación social, la educación, la psicología, la religión… La radicalización es probablemente una combinación de muchos de estos factores, pero hay algunas tendencias. Una es, por ejemplo, que todo el mundo quiere convertirse en alguien con identidad. Nuestra sociedad transmite el mensaje de que siempre puedes alcanzar tus objetivos. No es mentira, pero el logro es fruto de un largo camino de esfuerzos y experiencias, y algo de suerte también. No todo es fácil en la vida, pero los jóvenes pueden frustrarse fácilmente si no ven resultados inmediatos, y la frustración puede conducir a reaccionar con un pensamiento radical. Hay más influencias, como las películas o los videojuegos violentos.

¿Qué ha aprendido en todos estos años de este dolor, el de las víctimas y el de los terroristas?
La vida es compleja y no es fácil, pero sigue siendo hermosa y debemos disfrutarla todos los días a través de pequeños momentos de alegría. La humanidad continúa siendo central: amistad y amor verdaderos, aceptarnos unos a otros… La vida no es una competencia entre unos y otros, sino el resultado de construir una comunidad donde cada uno encuentra su propio lugar.