Peregrinan 100 kilómetros con la Virgen de Luján a hombros por Fratelli tutti - Alfa y Omega

Peregrinan 100 kilómetros con la Virgen de Luján a hombros por Fratelli tutti

Misioneros de Francisco y sindicalistas han llevado a la patrona de Argentina desde su basílica hasta la casa donde vivió el tres veces presidente del país, Juan Domingo Perón

Lucas Schaerer
La Virgen de Luján, sobre las andas en las que peregrinó en junio, con las palabras Fratelli tutti escritas en ellas. Foto: L. S.

Fratelli tutti: por la unidad nacional, la justicia social y la fe de nuestro pueblo. Con este lema, laicos del movimiento Misioneros de Francisco han peregrinado desde la basílica de la Virgen de Luján, patrona de Argentina, (en Luján, provincia de Buenos Aires) hasta la casa en la que vivió el que fuera presidente del país hasta en tres ocasiones, Juan Domingo Perón, en el municipio bonaerense de Vicente López.

Los peregrinos, a los que se sumaron sindicalistas integrantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) regional Norte, caminaron con una imagen de la Virgen a hombros los 100 kilómetros del recorrido. «La gente se emociona con la Madrecita cuando la ve. Los que están en la parada del autobús, quienes te ven venir a la distancia o los que pasan en coche, que tocan el claxon», ha relatado uno de los caminantes.

El grupo inició su marcha el 29 de junio y llegó a contar con 70 peregrinos en algunos de los tramos. La primera parada la hicieron en la ermita del Negro Manuel, el legendario esclavo de origen africano que en el siglo XVII, durante 40 años, cuidó la imagen de la Virgen a la vera del río Luján. Allí nació la piedad popular por la intercesión de la Virgen en las curaciones que realizaba el Negro Manuel a cada visitante de aquellas inhóspitas tierras.

Un momento de la Eucaristía de fin de la peregrinación en la casa de Perón. Foto: Lucas Schaerer

La imagen de la Virgen de Luján que ha peregrinado tiene una particularidad: en su manto lleva bordadas las iniciales JDP (Juan Domingo Perón), un trabajo realizado en el monasterio de las carmelitas descalzas de Santa María de Luján. Misioneros de Francisco ya había conectado a la Virgen de Luján con Perón en el mes de febrero, cuando peregrinaron hasta la quinta de San Vicente, lugar en el que pasaron varios años el presidente y su esposa, Evita. En este caso, la imagen de la Virgen quedó allí.

Los peregrinos por Fratelli tutti concluyeron su camino este pasado jueves, 1 de julio, y lo celebraron con una Eucaristía en la casa de Perón, hoy Museo o Casa del Reencuentro, que fue presidida por el cura villero Pepe Di Paola. En la celebración estuvieron presentes, además de los peregrinos, integrantes de los Movimientos Populares –a los que pertenecen los Misioneros de Francisco– y representantes gubernamentales, como el secretario de Asuntos Estratégicos del país, Gustavo Beliz, quien fue designado por el Papa Francisco en septiembre del 2020 como miembro de la Academia Pontificia de Ciencias y Ciencias Sociales. También acudió el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y, una vez concluida la Misa, hizo acto de presencia el jefe de Gabinete nacional, Santiago Cafiero.

Perón, Eva y la patrona de Argentina

El movimiento Misioneros de Francisco nació en 2013. De raíces católicas y peronistas, se nutre de la espiritualidad del Papa Francisco con el objetivo de levantar capillas en los barrios humildes y acompañar su religiosidad y cultura popular.

Los peregrinos de la Virgen patrona de Argentina tienen presente, y así lo difunden a quien consulta, el vínculo de Perón y Evita con la Madrecita. Y apuntan tres hechos que lo avalan. El primero, la asistencia de Perón, el 15 de noviembre de 1953, a la coronación pontificia de la imagen misionera de Nuestra Señora de Luján. Un acto en el que estuvo junto al cardenal Santiago Copello.

Imagen de archivo de la ermita del Negro Manuel. Foto: Misioneros de Francisco.

El segundo, menos documentado, pero no menos difundido, es el que relata uno de los peregrinos por Fratelli tutti, Gabriel Duna, quien asegura que «Perón, cuando fue al exilio, solo se llevó una imagen de la Virgen y una foto de Evita». Cuenta Duna también que Evita iba con bastante frecuencia a rezar a la basílica de Luján, «solo acompañada por su chófer; dejaba buena propina y esa relación al entonces obispo lo sorprendía».

Por último, apunta al decreto presidencial del año 1947 para la nacionalización de los ferrocarriles, en el que «al unísono se declara a la Virgen de Luján patrona de los ferrocarriles de Argentina».