Parolin subraya «la importancia que atribuye la Santa Sede» a la UE - Alfa y Omega

Parolin subraya «la importancia que atribuye la Santa Sede» a la UE

COMECE concluye este jueves una Asamblea Plenaria por videoconferencia marcada por su 40º aniversario. La relación con las instituciones europeas y las migraciones han sido dos de los puntos fuertes de la agenda

María Martínez López
Foto: COMECE

El Vaticano y la Unión Europea «compartimos la misma visión: Solo superaremos esta pandemia si cuidamos unos de otros». Los ejemplos de solidaridad que se están produciendo en todo el mundo «nos dan esperanza en esta crisis». La afirmación partía el miércoles de la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, que había mantenido una «buen debate» por videoconferencia con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin.

El encuentro, que inicialmente estaba previsto de forma presencial, se produjo en el contexto del 50º aniversario de relaciones diplomáticas entre la Unión Europea y la Santa Sede. Dentro de una jornada con claro acento europeo, el cardenal se también participó en la Asamblea Plenaria de otoño de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), que este año ha cumplido cuatro décadas de vida.

Ante los obispos representantes de cada Estado miembro de la Unión y los responsables de sus distintas comisiones, el número dos del Papa subrayó que este organismo es «un signo tangible de la importancia que la Santa Sede atribuye a las actividades promovidas por las instituciones de la UE».

Por una Europa «sanamente laica»

Las restricciones impuestas por Bélgica ante el aumento de contagios de coronavirus han hecho que el encuentro, que concluye este jueves, pierda el ambiente celebrativo e institucional con el que estaba previsto. Además de tener lugar solo de forma virtual y no semipresencial como se planeó en su origen, hubo que cancelar la Misa por Europa y no se ha podido contar con la presencia del vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinás, contagiado de COVID-19.

El encuentro con el político griego tenía especial relevancia dado que es el responsable, dentro de la Comisión, del diálogo con las organizaciones religiosas que se desarrolla al amparo del artículo 17 del Tratado sobre el Funcionamiento de la Unión Europa (Tratado de Lisboa), de 2009. Su implementación en el momento actual y los desafíos que esta presenta han sido uno de los temas destacados del programa de la plenaria.

El trabajo sobre esta cuestión ha estado iluminado por la carta sobre Europa del Papa Francisco, hecha pública el martes en víspera de esta cita europea. En uno de sus últimos párrafos, el Pontífice asegura que «sueño una Europa sanamente laica, donde Dios y el César sean distintos pero no contrapuestos. Una tierra abierta a la trascendencia, donde el que es creyente sea libre de profesar públicamente la fe y de proponer el propio punto de vista en la sociedad».

«Diálogo por un mundo mejor»

Estas palabras, ha afirmado el cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de COMECE, son «una incitación a seguir trabajando en diálogo con las instituciones europeas para construir un mundo mejor» en torno a los ideales de comunidad, solidaridad y acogida, algunos de los que enumeraba Francisco en su misiva. Sobre la mesa están cuestiones como el cuidado por los miembros más vulnerables de la sociedad, el desarrollo humano sostenible o las iniciativas para recuperarse frente a la pandemia por medio de la justicia ecológica, social y contributiva.

Se ha dedicado especial atención a las políticas de migración y asilo. En esta cuestión se ha vuelto a echar de menos la aportación del vicepresidente Schinás, dado el destacado papel que ha tenido en la propuesta de Pacto sobre Migración y Asilo presentada en septiembre.

En su día, COMECE ya valoró que esta iniciativa tiene aspectos positivos como el tratamiento especial en las fronteras a los menores no acompañados, una respuesta más rápida a los solicitantes de asilo y el acceso de los migrantes al Pilar Europeo de Derechos Sociales. Por el contrario, miraban de forma más crítica las propuestas sobre el retorno, que deberían equilibrarse con «un enfoque más generoso» con los migrantes económicos, que ofrezca «vías legales más amplias para su acceso regular a la Unión Europea en un espíritu de hospitalidad fraternal».